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Parte oficial de la batalla de Paraguarí

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Oficio de Belgrano a la junta de Buenos Aires informando lo ocurrido entre el 16 y el 19 de enero de 1811 (batalla de Paraguarí) fechado el día 19 de enero, en el campamento al sur de Yuquerí [cerro Mbaé o "Porteño"] al terminar la batalla y comenzar la retirada.

Exmo Señor:

Estoy convencido de que este pais no quiere perder los grillos, aunque me persuado, que con el tiempo llegará á convencerse de los errores, en que está contra nuestra justa causa; daré á V, E. una ídea de todas las operaciones del exército desde el 10 [16], que avisé mi situacion á vista del enemigo.

En la mañana del expresado día se dirijió el mayor general D. José Machain con una partida de 80 hombres hacia sus inmediaciones, por haber salido sobre 500, á perseguir á 5 granaderos, que habian avanzado á reconocer los puestos enemigos: se acercó lo bastante; pero los enemigos retrocedieron, y no hiceron el mas pequeño movimiento para avanzar, sin embargo de que aparecian 3 mil hombres á caballo por ambos costados. A Ja noche se trató de incomodarlos, y habiendo dirigido hacia sus puestos inmediatos unos cuantos tiros nuestras partidas, se entretubieron en un fuego bastante activo entre ellos que no causo perjuicio alguno á los nuestros.

El día 17 se volvió á repetir la misma escena del día y de noche, y causó los mismos efectos, á terminos que viendo nuestra gente la poca valentía de los insurgentes deseaban con ansía irlos á derrotar, y tanto mas estaban animados, quanto en la mañana de ayer á mas de 4 mil hombres, que salieron á protexer á los suyos de una guerrilla, que se emprendió, se les hizo retroceder, luego que se presentaron 100 hombres nuestros con un cañoncito de á dos, que no operó por la misma causa.

Vista la disposicion de la gente, y que mi detencion en atacar podría tal vez resfriarla, y mucho mas si tomaba la determinacion de retirarme, podría inferirse perjuicio al decoro de las armas, traté ayer tarde de juntar al mayor general y capitanes, y proponerles el caso de nuestra situacion para que me diesen su parecer, de si juzgaban conveniente, ó nó, ir al enemigo: todos unanimes acordaron la necesidad de atacarlo, y asi quedó resuelto para hoy al amanecer.

Hablé á las tropas recordandoles sus triunfos, y especialmente el glorioso del 13 pasado. Les traxe á consideracion la memorable jornada de nuestros hermanos en el Perú, y les exhorté sobre todo á la subordinación, y obediencia de sus xefes despreciando las ventajas, que consiguiese su esfuerzo, y permaneciendo inmobles en las filas, mientras no se les ordenase otra cosa.

Luego ordené al exército en dos divisiones, dando á la primera dos cañones de á 2, y á la segunda 2 de á 4, con 220 hombres la una, y la otra con 240; señalando para este campamento el resto de la gente, para sostener dos cañones de á 4, con que quedaba para punto de reunion en caso de una retirada, pues dista dos millas del campamento enemigo.

Todo dispuesto, emprendió dicho mayor general á las doce y media de la mañana la marcha con la primera division, y con algun interválo marchó la segunda al mando de D. Gregorio Perdriel con orden de sostener aquella, ó aprovechar sus ventajas, segun se dispusiese por dicho mayor general.

A las quatro y media de la mañana se rompió el fuego por los nuestros y habiendo avanzado á uno de los pasos de Yuquerí [Yukyrý], y tomando una batería, que estaba en él de 5 cañones, de los quales llevaron los enemigos en la fuga quatro, dexando uno que se clavó, apoderados de olla los nuestros, mandó el mayor general que la caballería, que había dividido en dos trozos sostubiese la infantería, que avanzaba.

Parte de la infantería, y caballería, perseguía con ansia á un trozo de enemigos que huian con perecipitacion no habiendo oido la llamada que se les tocó para reunion, que dispuso el mayor general de resultas de haberse considerablemente disminuido las municiones de cañon, que por tres horas constantes liabía hecho un fuego activo sobre los enemigos, que le sostuvieron por su parte con diez ú once cañones de varios calibres, que tenian en diversos puntos del Yuquerí flanqueando con alguno de ellos el costado de nuestras divisiones.

Así se vió precisado el mayor general á retirarse, con lo que volvieron los insurgentes á tomar su primera posición, habiendo con este movimiento quedado cortados como 100 hombres de caballería é infantería, que se empeñaron tenazmente en perseguir al trozo enemigo que huía y quedando 7 oficiales prisioneros, y el edecan D. Ramon Espinola á quien se concidera muerto.

De estos 100 hombres cortados es muy presumible que muchos de ellos se reunan á nuestro exército, hallándose por ahora dispersos en los bosques.

Mientras sucedía esto llegaba á mí la noticía de la falta de municiones de los cañones de á 4 y de á 2, que inmediatamente proveí, mandando ademas otro cañon de á 4 con un carro capuchino, y pasé al campo en que estaba nuestra gente en medio de dos columnas enemigas, qne tendrían 2 mil hombres, pero que no se atrevian á avanzar á nuestras tropas.

Allí previne al mayor general volviese de nuevo al ataque del paso, para ver si se lograba el recuperar los 100 hombres que nos faltaban, marcho en efecto en dos divisiones de frente por entre los enemigos; y habiendolos atacado consiguieron hacer un gran destrozo en el exército enemigo, que se considera de 500 hombres, en que seguramente habian 10 para uno de los nuestros, ó sirviendo los cañones, ó con fusíles, trabucos ó lanzas; y con la pequeña pérdida por la nuestra en ambas acciones de solo 10 muertos, y trece heridos, se retiraron nuestras tropas con 16 prisioneros.

Lo rigoroso de la estacion, las continuas penalidades y fatigas, que ha experimentado el exército en la marcha por unos caminos pantanosos, y cubiertos de montañas inacesibles, unido á la fatiga que experimentó la tropa en el ataque de este día; me han puesto en la necesidad de retirarme de acuerdo con el mayor y capitanes á las orillas del Tibiquarí [Tebicuarí], en donde reunidos el exercíto de Rocamora, y demas divisiones que marchaban en mi alcance con la artillería, volveré sobre el enemigo y procuraré aprovechar la disposicion, y ardor con que las tropas han jurado escarmentar al enemigo.

Dios guarde á V. E. muchos años. Campamento del Sud de Yuquerí [Yukyrý] 19 de Enero de 1811.

—Exmo Señor:—Manuel Belgrano.

—Exma. Junta Gubernativa de las provincias del Rio de la Plata.


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Batalla de Paraguarí


== Bibliografía ==

Instituto Belgraniano Central. Documentos para la Historia del General don Manuel Belgrano, Tomo III, Volumen 1, 1792-1811. (1982). Editorial: Instituto Nacional Belgraniano. Buenos Aires (Argentina).isbn=9509497037, 9789509497030, página 393.