POLÍTICA DOMÉSTICA 341
nicarse con la que sabrá comprenderlas: La educa- ción más propia para formar en una mujer este géne- ro de mérito, no exige conocimientos muy extensos de quien la dá, y, por consiguiente, no es indispen- sable recibirla en un colegio; está al alcance de toda madre capaz de comunicar á su hija sentimientos nobles, inclinación á las ideas elevadas, juicios rec- tos y espíritu serio para mirar con atención las cosas importantes y con respeto las graves. Nadie mejor que usted, mi buena amiga, sabrá educar á Mariqui- ta; los cuidados de usted han dado ya al juicio de ella más rectitud, y ásus sentimientos más delica- deza que la que se suele tener á su edad; pero sus ideas sólo se han formado hasta ahora bajo la influen- cia de un pequeño número de objetos, y paréceme que convendrá excitar y extender el movimiento de su inteligencia, por medio de lecturas que le enseñen que existen muchas cosas además de las que la ro- dean, y le den cierto conocimiento sobre el resto del universo, que ella de buena voluntad consentiría quedarse ignorando en el feliz rincón donde se halla. La lectura de algunos buenos libros, aunque no contengan conocimientos profundos sobre los asuntos de que tratan, tiene al menos la ventaja de acostumbrar la inteligencia á ocuparse con interés en cosas extrañas á nuestros asuntos personales— hábito útil á la exactitud de las ideas y al mejora-
