Página:Amalia - Tomo I (1909).pdf/87

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 83 —

Un vaso de agua una vez, y fuego dos veces.

Ha dicho algo?

Case 1 —Nada, señor.

—Bueno; llévele este oficio que me pasó ayer, y digale que lo rehaga y ponga la raya marginal que le falta, y que otra vez no se olvide de las disposiciones del Gobierno.

— Y lo dejo retirarse?

—Sí, ya ha estado doce horas sin comer, y con miedo, para que aprenda á respetar otra vez lo que yo mando.

Y Corvalán salió á cumplir las órdenes recibidas cerca de aquel hombre vestido de negro que encontramos en el cuarto á la izquierda del pasadizo.

Las comunicaciones de Montevideo están extractadas?—preguntó Rosas á uno de los oscribientes?

—Sí, Excelentísimo señor.

Los avisos recibidos por la policía?

—Están apuntados.

A qué hora debía ser el embarco esta noche?

—A las diez.

— Son las doce y cuarto !—dijo Rosas mirando su reloj y levantándose,—habrán tenido miedo.

Pueden ustedes retirarse. Pero ¿qué diablos es esto?—cxclamó reparando en el hombre que dormía enroscado en un rincón del cuarto envuelto en un manteo.—¡Ah, Padre Viguá! Recuérdese Su Reverencia— dijo, dando una fortísima patada sobre los lomos del hombre á quien llamaba Su Reverencia, que, dando un chillido espantoso, se puso de pie enredado en el manteo. Y los escribicntes salieron uno en pos de otro, festejando con un semblante risueño la gracia de Su Excelencia el Gobernador.