to á su padre, en casarse con D. Teodoro Gomez, primo suyo y teniente de caballería que hacia poco la habia conocido yendo á Barcelona de guarnicion con su regimiento. Era este un jóven bastante bien parecido y de muy finas maneras, aunque algo afectado y muy pagado de su mérito, defecto que le hacia no muy grato á los ojos de su prima. Desde el momento que la vió se enamoró de ella del modo que puede enamorarse de otra una persona que lo está de sí misma: de modo que si bien no le hubiera sido indiferente el no ser amado, tampoco le hubiera sido difícil olvidar aquel desaire.
Ignoraba las últimas relaciones de Anita y esperaba para casarse con ella que pasasen cuatro meses, en cuya época debia obtener la efectividad de capitan. Tenia que hacer un viaje á Madrid para asuntos del servicio, y practicar por sí mismo al propio tiempo las diligencias necesarias para su casamiento. Con este motivo pidió D. Diego á sus amigos cartas de recomendacion para la corte, á fin de hacer mas grata su permanencia en ella á su sobrino y futuro yerno.
Dirigióse entre otros á su médico, hombre de ilustracion no vulgar, que le proporcionaba estar relacionado con personas de alta categoría.
Encontróle D. Diego cuando fué á verle sumamente ocupado en su despacho, por lo que mientras concluia se puso á hojear un periódico de ciencias médicas que encima de la mesa vió. Leia con distraccion como cosa que ni entendia ni le interesaba mucho, cuando de repente fija la vista en
