erguida, y sereno semblante............
La bala hizo una quemadura casi imperceptible en el hombro de su levita.
Serenóse el oficial y se cuadró para esperar á su vez...
D. Luis disparó al aire.......
En vista de este noble proceder y de las instancias de los padrinos, se dieron las manos en señal de amistad; y queriendo el joven médico llevar á mas alto grado su generosidad, satisfecho ya su honor, ofreció al oficial una franca esplicacion de la conducta observada con su prima, y la que pensaba seguir en adelante.
Invitoles este para hacer mas completa su reconciliacion á que le acompañasen a almorzar, á cuyo obsequio accedieron gustosos.
Reinó en el almuerzo la mayor alegría, brindándose por el feliz desenlace de aquel suceso y por los dos nuevos amigos, que prometieron hacer su amistad eterna. Concluido que hubieron se quedaron solos, y ya iba D. Luis á satisfacer la curiosidad del oficial, cuando este le interrumpió diciéndole:
―Ya que la generosidad de V. ha hecho que ocupe la amistad en nosotros el lugar que antes ocupaba el resentimiento, quiero yo imitarla haciendo á V. una advertencia que tal vez no sea inútil. Si V. está pronto á enmendar su falta casándose con Anita, si ella le ama á V. aun, como presumo por la frialdad mal disimulada con que me trataba, renuncio á los derechos que tengo á su mano, esperando que la haga V. feliz, ya que conmigo no podria serlo.
