Página:El sombrero de tres picos (1874).pdf/188

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
183

¡Ah! ¡Son dos mujeres!... ¡Vaya un testimonio fidedigno!

—Tampoco son dos mujeres. Sólo son dos hembras...

—¡Peor que peor! ¡Serán dos niñas!...

Hazme el favor de decirme sus nombres.

—La una se llama Piñona y la otra Liviana...

—¡Nuestras dos burras!—Frasquita: ¿te estás riyendo de mí?

—No: que estoy hablando muy formal.

Yo puedo probarte con el testimonio de nuestras burras qué no me encontraba en el molino cuando tú viste en él al señor corregidor...

—¡Por Dios te pido que te expliques!...

—Oye, Lúcas... y muérete de vergüenza por haber dudado de mi honradez. Miéntras tú ibas esta noche desde el lugar á nuestra casa, yo me dirigia desde nuestra casa al lugar, y por consiguiente, nos cruzamos en el camino. Pero tú marchabas fuera de él, ó por mejor decir, te habías detenido á echar unas yescas en medio de un sembrado...