‘Uno curando con la mochila también se moja Ia espalda, tratamos de ponemos nylon para no mojamos pero según el apuro que hay también. . ." ‘hay que ‘tener cuidado ‘cuando uno cosecha, eh, pensar cuando vas a cosechar para curar dos dias antes por lo menos. Te digo que nosotros a veces no lo podemos hacer eso, pero yo, por ejemplo toda la vida he comido el tomate y nunca pasó nada... "(entrevista a productor) Un estudio amplio efectuado en diversas zonas agricolas del Ecuador, nos permite compararla amplitud de algunas constataciones nuestras. Sus autores declaran: “la investigación pone de mani■esto Ia alta incidencia de los accidentes con plaguicidas, los cuales pasan en la mayoría de los casos desapercibidos por los trabajadores al producirse por cambio en la dirección del viento o derrame en la espalda de quien carga la mochila. Es llamativo que los trabajadores y campesinos concurran, por este motivo, escasamente a los servicios médicos: una de las razones sería la no existencia de servicios o la precariedad de los mismos... prácticamente no existe capacitación en relación al uso de los plaguicidas y al peligro que signi■ca para la salud en ninguna de las modalidades productivas estudiadas. La precariedad de las condiciones de trabajo en relación a medidas de higiene y seguridad detecta das en todos los centros laborales, junto a las altamente de■citarias medidas de protección personal, son un factor coadyuvante en el deterioro de la salud de los trabajadores...” (AA.W. 1991) Un problema que sufre la masa de población con mayor riesgo de contaminación, es precisamente la carencia y de■ciencias de los servicios de salud. Sean trabajadores temporarios por la falta de adecuación institucional a la estacionalidad de su trabajo, sean los medieros por la ambigüedad de sus contratos. Las bocas de recepción de consultas suelen ser los hospitales regionales, pues los centros de salud barriales son muy precarios y de atención restringida. El registro de la incidencia de tóxicos es difícil de evaluar. La información o■cial sobre la zona ruraI- o el mismo sector hortícola, no está discriminada. Las estadísticas o la información directaen los hospitales, además de registrar solo los casos de mayor gravedad, no identi■can claramente la situaciónde conta- 122 nos hace mal porque ya es conocido".
