jamos somos los de la zona de Potosí.» En su Iugarde origen, estos bolivianos han sido agricultores de subsisten- cia, artesanos o mineros. Sustrayectorias demigración se asemejanal patrón asumido por los trabajadores de las provincias argentinas. Se recorre la ruta estacional de producciones regionales: «Anduve en toda la República Argentina. Desde chico. En casi todas las provincias. Mendoza, San Juan, Rioja, San Luís, Salta, Jujuy, Rosario. Siempre en chacra.» «En Rosario de Lerma cultivábamos tabaco. Éramos como tipos nómadas. Porque después nos veníamos a Mendoza a la cosecha de uva, a Iade aceitunas después volvíamos otra vez a Salta y así vivíamos.» (entrevistas a medieros) Aunque se mani■esta una preferencia por el trabajo rural: «Yo vengo de la chacra... así que tengo que llegar a la chacra» (entrevista a temporario); en períodos en que éste escasea se recurre a ocupaciones temporarias urbanas como la construcción: «Mis viejos se dedicaron en todo... lo en mi vida que he pasado me dediqué en construcción. Es la misma cosa que les pasó a mis viejos. Trabaje en zafra, trabajé en construcción y trabajé aqui en quinta.» (entrevista a mediero). En coincidencia con otras investigaciones sobre trabajadores bolivianos en horticultura (ver por ejemplo Benencia, 1992), registramos la posibilidad de trascender la situación de medieros y alquilar o comprar tierra en aquellos que han trabajado en Ia zona por más de 15 años. En estos productores aparece una clara opción por la permanencia en el país y ya no se visualizan a sí mismosretornando a Bolivia: «Hay mucha gente que está arrendando y compraron tierra. Ya hace años que están, 20 años, 25 años que trabajan aquí... ellos alquilan, tienen capital... Lo que pasa es que aquí quieren hacer el futuro, ya no quieren ganarse plata y llevarse a Bolivia.» (entrevista a intennediario). Los trabajadores temporarias en estas quintas son reclutados entre connacionales, incluso viajando periódicamente a la misma Bolivia. El proceso de diferenciación que apareja este ascenso económico se re■eja en imágenes fuertemente negativas a nivel local y de los propios bolivianos: 62 negociantes. Negocios, supermercados, siempre negocios. Losque más traba-
