versus los migrantes ultramarinos. Esta imagen ha idoyariando a medida que localmente se valorizaban las condiciones que para la exigencia detrabajofísico de las quintas presentaban los bolivianos. Actualmente se etiqueta en forma positiva su capacidad para adaptarse a condiciones extremasdïe. temperatura y jomadas de trabajo muy extensas. Se presenta asimismo alavaloración de ciertas cualidades «morales» asociadas en última instancia al establecimiento de relaciones fuertemente asimétricas y a la escasa presencia de planteos de tipo reivindicativo ante la situación de vida y de trabajo (cuestión en que aparece marcado un fuerte contraste con el «activismo» de los Santiagueños, por ejemplo). Ante situaciones de con■icto, los bolivianos pre■eren abandonarel trabajo, lo que aparece facilitado por la dinámica del tipo de producción y el grado de movilidad entre las explotaciones. Desde la lógica de los productores propieta- rios, el emplear bolivianos o asociarse a ellos, por las condiciones expresadas, representa una clara ventaja comparativa. En el caso de sociedades con medieros de origen boliviano, se afirma que estos: «son capaces de ponerse ‘en socios’ sin que se los tenga que estar mandando a trabajar ( lo que sí sucedería con los crio/los) Los productores adoptan (tecnología) y los medieros adaptan». (Entrevista a técnico). En la actualidad, en la esfera concreta del trabajo horticola, el ser boliviano representa una carta de presentación positiva. Sin embargo, esta valoración no se replica en otras dimensiones de las relaciones sociales ya que, por ejemplo, la inserción escolarde hijos de bolivianos en la zona está marcada fuertemente por su pertenencia étnica, cuestión a la que se suma su condición de ser hijos de trabajadores. En este sentido comparten una situación de hándicap social semejante a la de los hijos de otros trabajadores -sobre todo los estacionales- agravada por su temprana incorporación al mercado laboral, lo que repercute desfavorablemente sobre su escolarización. Cómo se perciben a sí mismos los bolivianos en la situación local concreta? Las estrategias de presentación de la propia identidad han variado histó- ricamente según fuera su forma o grado de inserción local y asimismo de 64 piensan a los criollos como «vagos», «haraganes» y sin afán de progreso,
