Página:Historia de las Indias (Tomo I).djvu/428

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
410
Historia

fuesen de azabache, que ellos llaman duhos. Sentado el Almirante, luego el hermano del Rey envia un escudero al Rey, su hermano, haciéndole saber como era venido el Almirante, como si el Rey no supiera ser venido. Como el escudero se lo dijo, quel Almirante habia venido, con mucha celeridad, mayor que á su autoridad real parece que convenia (porque cuasi corriendo y con grande alegría), llégase á él, y pónele al pescuezo una gran plasta de oro que en la mano traia. Estuvo allí con él hasta la tarde, hasta que el Almirante se tornó á dormir á la carabela. Otro dia, sábado, 29 de Diciembre, luego, de mañana, vino á la carabela un sobrino del Rey, muy mozo, y, segun dice el Almirante, de buen entendimiento y buenos hígados, y, como siempre fuese solícito de saber donde se cogia el oro, preguntaba á cada uno por señas, y tambien que ya entendia algunos vocablos; así que, preguntó al mancebo por las minas, y entendió de la respuesta, que á cuatro jornadas habia una isla hácia el leste, que se llamaba Guarionex, y otras Macorix y Mayonis, y Fuma, y Cibao, y Coroay, en las cuales habia infinito oro; y estos nombres puso luego por escrito el Almirante. En esto parece como el Almirante no entendia nada de los indios, porque los lugares que le nombraban, no eran islas por sí, sino provincias desta isla, y tierras de señores, y esto significaban por los nombres: Guarionex era el Rey grande de aquella Vega Real, una de las cosas maravillosas en natura; querian decirle los indios ó decíanle, que en la tierra y reino de Guarionex estaba la provincia de Cibao, abundantísima de oro. Macorix, era otra provincia, como abajo parecerá, puesto que esta tuvo algun oro, pero poco, y los otros nombres eran provincias, puesto que les faltan ó sobran sílabas ó letras, que no las debiera escribir bien el Almirante como no los entendiese bien. Pareció al Almirante, que sabido el hermano del Rey que el sobrino le habia dicho aquellos nombres, que le pesó y que habia reñido con él; lo mismo, diz que, habia entendido algunas veces, que el Rey trabajaba que no sintiese donde se cogia el oro, porque no lo fuese á rescatar allá. Esto pudo ser así, é pudo engañarse el Almirante,