Página:Historia de las Indias (Tomo III).djvu/353

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
335
de las Indias.

lo cual no tuvieron chico peligro sobre los pasados; Nicuesa proveyó que en ello tuviesen moderacion y tasa, puesto que no era el que ménos de comida y de bebida tenia necesidad. Embarcáronse todos en el bergantin, al cual no faltaron bravezas de la mar y peligros grandes, ántes que al rio de Belem donde Lope de Olano y los demas estaban, llegase. Ya Lope de Olano, temiendo la ira de Nicuesa, tenia rogado á todos los que con él estaban, intercediesen por él, y á Nicuesa aplacasen. Llegado Nicuesa, mandó prender á Lope de Olano, á título y como á traidor, que lo habia dejado en los peligros tan graves de la mar y de tierra que habia pasado, sin lo ir á buscar y socorrer en tanto tiempo, como era obligado, por se alzar con la gobernacion, de donde habian suscedido tan grandes daños, atribuyéndole las muertes de tantos como habian muerto en ambas á dos partes, porque desde el principio, si presente Nicuesa estuviera, diera otra órden como se remediaran. Increpó con gran enojo, ásperamente, á los principales, que con el Olano habian vivos quedado, imputándoles parte de aquella maldad, porque no lo indujeron y forzaron á que fuese á buscallo. Aquellos se excusaron diciendo, que no pudieron ni osaron más de obedecelle, pues él lo habia constituido por su Capitan general, y, porque temieron que luégo mandara justiciarlo, juntáronse todos suplicándole que, pues Dios le habia hecho merced, y á todos ellos, en traelle vivo, y de tantos peligros haberlo librado, les hiciese merced de perdonallo, en lo cual cada uno de todos ellos la rescibian por suya, y para su servicio los ternia con mayor vínculo de obligacion aparejados. No bastó esto por entónces para blandeallo, sino que le habia de dar de su traicion, segun merecia, el pago. Habíanle todos, echándose á sus piés, con razones más lastimeras, y que el corazon le penetraron: «Deberia bastar, señor, las desventuras que todos habemos pasado, viniendo con vos este viaje, en el cual los 400 de nosotros ya son acabados, y los que restamos vamos camino de acabarnos; para que Dios á vos y á nos, en la vida poca que nos queda, no nos desampare, bien será que vuestra merced perdone,