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NOTAS AL INGENIOSO HIDALGO

co. Véase Quatremère, Hist. des Sultans Maml., I, 1, 10, y á Aben Batuta, Viajes, III, 262, y IV, 42, 97 y 120. En tiempo de los Almohades los عبيد المخزن ó esclavos del tesoro, parecen haber sido un cuerpo de negros pagados por el Tesoro público, que formaba la guardia del Sultán. Según Diego de Haedo, (Topografía de Argel, 42 c), dos llamados نصارى الخزن‎ eran los esclavos cristianos de la propiedad de la ciudad, del Común ó sea del Concejo, como dice Cervantes en el pasaje transcrito. Véase Dozy, Suppl. aux dict. Arab., s. v.

Almalafa.

«Entró luego tras él encima de un jumento una mujer á la morisca vestida, cubierto el rostro con una toca en la cabeza; traía un bonetillo de brocado, y vestida una almalafa, que desde los hombros á los pies la cubría,» Cervantes, Don Quijote, primera parte, cap. XXXVII

La almalafa es el gran manto que cubre á las mujeres cuando salen á la calle, cuya descripción nos hace Mármol Carvajal en el pasaje siguiente de su Descripción general de Africa (tomo II, lib. IV, cap. 22):

«Estas (las almalafas ó lizares) son tan largas, como sáuanas, mas no son tan anchas, y á las orillas tienen vnas fajas de seda blanca ó de otro color texidas en el propio lizar, y revueltas al cuerpo, las vienen á prender delante de los pechos con gruessas sortijas de plata y de oro, y es comun trage de la gente noble de verano.»

Pero, según Cervantes, la almalafa la usaban también los hombres, como se lee en el pasaje que sigue: «Dió voces Zoraida que lo sacasen (á su padre, que se había arrojado al mar), y así acudieron luego todos, y asiéndole de la almalafa, le sacaron medio ahogado y sin sentido.» Don Quijote, primera parte, cap. XLI.