Página:Políticas de modernización universitaria y cambio institucional.djvu/106

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intermediación que supone todo clientelismogadquieren en la universidad una forma mixta donde el interés corporativo (disciplinar y/o profesional) se combina con los intereses de grupo (investigadores fonnados, becarios, estudiantes, docentes no investigadores, etc.), delineando alianzas verticales y horizontales; esto es, que se expresan tanto en el plano de la diferenciación de campos académicos como en el plano de la jerarquía entre y al interior de los campos. En este contexto de fragmentación de intereses, la creciente partidización de las estructuras de gobiemo no es más que el resultado del peso que adquieren las redes construidas sobre otra fuente de identidad como es la político-partidaria. Si bien la cristalización de estos estilos de conducción y gestión posibilitó un cierto nivel de integración institucional frente al Estado, los mismos resultaron ine■caces para evitarla tendencia a la ingobemabilidad intema, y mucho menos para la generación de proyectos de cambio. Así como las nuevas formas de regulación desestructuran las anteriores identidades académicas y las reconliguran sobre nuevos criterios, las políticas estatales en curso también comienzan a modi■car las lógicas de gobiemo. Un primer rasgo es la emergencia de una doble línea de gestión y conducción que disputa la direccionalidad de las instituciones universitarias. Por un lado, los consejos académicos y superiores, que como vimos, al estructurarse por este mix de lógica política y lógica académica se vuelven lentos e ine■caces para la de■nición de políticas (problema del consenso) y pa ra operativizar medidas. Por otro lado, las nuevas estructuras (denominadas genéricamente “unidades ejecutores") que los programas de la SPU demandan para su implementación, aunque formalmente dirigidas a la coordinación yseguimiento “técnico”, empie- zan a constituirse en instancias de gobiemo paralelo. Estructuradas desde una racionalidad burocrática y altamente centralizada, e insertas a nivel de facultades y universidad (y en muchos casos en departa- mentos); las nuevas estructuras se integran según las disciplinas: por “acadé- micos reconocidos‘, por gestores “políticos” y en los menos por grupos colegiados; pero en todos los casos avanzan en de■niciones propias de los organismos del co-gobiemo. La dualización de los ámbitos de toma de decisiones también da cuenta de un segundo rasgo que es la cristalización de nuevos actores constituidos sobre 107 mediaciaciones de la representación acadérnico-estamental”. Las redes de