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QUO VADIS

que antes le dijeran algunos de los fugitivos, á saber: que á la mayor parte de ese barrio de la ciudad no habían alcanzado aún las llamas, pero que el fuego había atravesado el río por distintos puntos.

Empero, el Trans Tiber estaba á la sazón lleno de humo y los grupos de fugitivos dificultaban el acceso, porque habiendo las gentes de ese barrio dispuesto de más tiempo para el salvamento, habían logrado sustraer á las llamas cantidades más considerables de efectos.

La misma calle principal hallábase en muchos puntos obstruida por completo y en derredor de la Naumaquia Augusta (1) veíanse grandes hacinamientos de bultos.

En cuanto a las calles estrechas, en las cuales el humo se detenía y volvíase más denso, estaban del todo intransitables.

Los moradores de aquel barrio huían por millares.

En su camino fué testigo Vinicio de escenas aterradoras.

En más de una ocasión dos corrientes de indivíduos, que escapaban en opuestas direcciones, acertaban á encontrarse en un pasaje estrecho y se atropellaban, y luchaban á brazo partido, y se herían y pisoteaban.

Había familias que en medio de aquel tumulto perdian á uno ó varios de sus miembros, y madres que llamaban á sus hijos con acentos desgarradores.

Erizáronse los cabellos del joven tribuno ante la sola idea de lo que estaría sucediendo en los puntos más cercanos de los focos del incendio.

Entre aquel ensordecedor estrépito de gritos y alaridos, era casi imposible hacer alguna pregunta ó escuchar alguna contestación.

Por momentos nuevas columnas de humo, procedentes de la ribera opuesta del río, rodaban por decirlo así, hacia (1) Naum quis, fiesta en que se finge en el agua un combate naval.

Estanque ó canal de agua para esta fiesta,

Tomo II
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