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QUO VADIS

—¡Pluguiese á las Parcas engullirse á esos cristianos Te han llenado de zozobra y aniquilado tu concepto de la vida. ¡Que las Parcas los devoren! Estás en un error al creer que su religión es buena; porque si bien es todo lo que procura al hombre la felicidad, á saber: la belleza, el amor, el poder; y á esto llaman ellos vanidad. Y estás equivocado asimismo al hallar justicia en esa religión; porque, si pagamos bien por mal, ¿qué habremos de pagar por bien? Y además, si la recompensa en la misma para los unos como para los otros, já qué tomarse la molestia de ser bueno?

—No, la recompensa no es la misma, y según sus enseñanzas, empieza en una vida futura, cuya duración no tiene límites.

—No entro en esa cuestión, porque estimo que, después nuestros días, norotros veremos algo, si acaso es posible ver sin ojos. Entretanto, considero que esos cristianos carecen de aptitud para juzgar acerca de tales asuntos.

Ursus estranguló á Croton, porque Ursus tiene músculos de bronce, y eso se vé; pero los otros son unos estólidos y el porvenir no puede pertenecer a los estólidos.

—Para ellos la vida empieza con la muerte.

—Que es como si dijéramos: «El día empieza con la noche.» ¿Tienes la intención de volver á arrebatarles á Ligia?

—No, porque no puedo pagarle mal por bien, y he jurado que no lo haría.

—¿Luego te propones abrazar la religión de Cristo?

—Deseo hacerlo, pero mi naturaleza se resiste á ello.

—Pero, ¿podrás olvidar á Ligia?

—No.

—Entonces, viaja.

En este momento anunciaron los esclavos que estaba listo el refrigerio; pero Petronio, á quien pareció á la sazón sobrevenirle una idea salvadora, dijo cuando se encaminaban ambos al triclinio: