servando, empero, el lustre amarillento del mármol de Numidia En sus ojos, agrandados, advertíase una expresión soñadora. El cuerpo, que parecia creado para la armadura, conservaba sus poderosos contornos habituales; pero sobre el torso de un legionario, alzábase la cabeza de un dios griego, ó por lo menos de un patricio refinado y á la vez flexible y soberbiamente hermoso.
Petronio, al afirmar que ninguna de las damas de la corte del César, querría ó podria resistir á Vinicio, había hablado como hombre de experiencia.
Todas ellas, en efecto, mirabanle á la sazón, sin exceptuar á Popea ni á Rubria, la virgen vestal, á quien el César había deseado ver en la fiesta.
Los vinos, helados en montecillos de nieve, pronto empezaron á llevar calor á los corazones y á las cabezas de los invitados. Botes que aparentaban la forma de cigarras ó de mariposas, destacábanse á cada instante de entre los arbustos de la orilla. Y luego la superficie azul de la piscina se vió así poblada de un enjambre de mariposas.
Aquí y alli, por sobre los botes, revoloteaban palomas y otras aves de la India y del Africa, invisiblemente sujetas por cordezuelas azules ó por hilos de plata.
El sol había recorrido ya la mayor parte del firmamento, pero hocía un día caluroso, aun cuando estábase á principios de Mayo.
Ondeaba la cristalina superficie al galope múltiple de los remos que el agua azotaban siguiendo el compás de las alegres músicas; pero en el aire no se advertía el más leve soplo; los arbolados manteníanse inmóviles, cual mudos y embelesados testigos de las escenas que se iban sucediendo sobre las aguas que circundaban.
Y la enorme balsa proseguía su evolución circular, conduciendo su carga de invitados que gradualmente se iban entregando á una embriaguez alegre y estrepitosa.
No habia llegado la fiesta á la mitad de su curso aún,