Página:Quo vadis - Eduardo Poirier tr. - Tomo I (1900).pdf/343

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
333
QUO VADIS

que es tomada del natural. Los cuerpos verdaderamente atléticos están haciéndose cada día más raros en Italia y en Grecia, del Oriente no hay para qué hablar; los alemanes, aunque corpulentos, tienen los músculos cubiertos de grasa y su volúmen es superior á sus fuerzas. Pregunta al ligur si él es una excepción, ó si en su pais existen más hombres como él. Por si alguna vez llega el caso de que tú ó yo tengamos que organizar oficialmente algunos juegos públicos, sería muy conveniente saber dónde podemos encontrar los mejores torsos.

»Y agradece á los dioses de Oriente y de Occidente el que hayas salido vivo de entre tales manos. Tu has salvado, cierramente, porque eres patricio é hijo de un cónsul; más todo cuanto ha sucedido me sorprende en sumo grado; ese cementerio donde estuviste en medio de los cristianos, ellos, el tratamiento que te han dado, la subsiguiente fuga de Ligia, y finalmente el estado de inquietud y melancolía que deja traducir tu lacónica misiva.

»Explícate, pues, porque hay en esta muchos puntos que son para mí otros tantos enigmas; y si deseas que te diga la verdad, he de confesarte categóricamente que no entiendo á los cristianos, ni á Ligia, ni te entiendo á tí.

»Y no te extrañe el que yo, que de bien pocas cosas me preocupo en el mundo, excepto de mi persona, te pida ahora con tanto interés estos informes. Es que yo he intervenido en todo este asunto tuyo: de ahí el que hasta hoy lo considere como un asunto mio.

»Escribe pronto, pues no puedo anticipar con certeza cuando hayamos de volvernos á encontrar. En la cabeza de Barba de Bronce los proyectos cambian como los vientos de otoño. En la actualidad mientras prolonga su permanencia en Benevento, abriga el propósito de encaminarse directamente á Grecia, sin volver antes á Roma.

»Tigelino, sin embargo, le aconseja que haga una visita á la ciudad, siquiera por poco tiempo, ya que el pueblo, anhelante más de lo usual, por su persona (léase «por