¡Ay cuantas horas de contento llenas
Apariencia
- A Melchor de Prado
- Soneto 130
¡Ay cuántas horas de contento llenas pensé tener, oh alegre prado mío! mas, ¡quién se gobernó por desvarío que las gozase de menguante ajenas? Nazcan en vos claveles y azucenas al seco fin del sagitario frío, pues que pasaste del olvido el río, volviendo en gloria un Ángel vuestras penas. Que estén tan juntos una vega y prado, yo en nieve y vos en flor, ¿a quién no ofende? ¡oh qué distinto, aunque es un propio estado! ¿Mas qué milagro, si su margen tiende de aquellos pies angélicos pisado, y que me hiele a mí quien no me enciende?