¡Oh, bien hayan las lágrimas lloradas
Apariencia
- Soneto XVII
¡Oh, bien hallan las lágrimas lloradas por culpas en tus ojos cometidas, aquellas de tu amor agradecidas, y estas de tu grandeza perdonadas! ¡Oh qué dulces que son bien empleadas, y a los umbrales de tu Cruz vertidas! Pluguiera a Dios tuviera yo mil vidas, todas en llanto de tu amor bañadas. Si lágrimas, si voces pueden tanto, quien llora sus pasados desatinos, da al cielo gloria y al infierno espanto. No conocen los hombres tus caminos, pero conocen que del alma el llanto detiene el curso de tus pies divinos.