¿Cómo puede, Señor, justificarse
Apariencia
- Soneto XXVII
¿Cómo puede, Señor, justificarse con Vos el hombre, habiéndoos ofendido, parecer limpio de mujer nacido, ni el polvo al que es eterno compararse? ¿Cómo puede la nada levantarse, pues el más estimado y preferido se ve en tan breve término caído, que puede hasta la envidia lastimarse? El bálsamo en los huesos no compone segunda vez del hombre la armonía, por más oro que el túmulo corone. Si no es limpio con Vos el sol, el día, ¿qué será el hombre vil, que a Dios se opone, resuelto en polvo y en ceniza fría?