¿Quién no se muere de tu amor si mira
Apariencia
- Soneto XXXII
¿Quién no se muere de tu amor si mira con la piedad que escuchas y respondes? ¿Cómo es posible que las puertas rondes de un alma, que te trata con mentira? Mas eres Dios, Señor, ¿de qué me admira el mirar que ofendido no te escondes? A quien te quiere y ama correspondes, y con quien te ofendió, templas la ira. Cuando consideré mi desvarío, temblaba yo tus iras y desdenes, y hallé tu pecho fácil, tierno y pío. ¡Qué condición tan generosa tienes! ¿Quién es ingrato con tu amor, Dios mío, pues apenas te llaman, cuando vienes?