1º de enero de 1863
Apariencia
Reina en París unánime alegría:
y toda plaza y toda calle suena,
de alborozada muchedumbre llena,
que celebra del año el primer día.
Mas, solitaria en tanto el alma mía,
con el contento, y la ventura ajena,
siente aumentarse su profunda pena,
y su tedio y mortal melancolía.
En vano la esperanza me halagaba:
para mí ¡ay triste! el año nuevo empieza
tan desgraciado cual su hermano acaba:
¡aún el mal no remite su crüeza
que mi cuerpo consume, aún gime esclava
el alma del hastío y la tristeza!
Esta poesía forma parte del libro Obras poéticas (1872)