2º Aniversario de la Revolución de Mayo
EXTRACTO DEL SUPLEMENTO DE LA GAZETA MINISTERIAL DE BUENOS AYRES
DEL VIERNES 29 DE MAYO DE 1812.
EL 25. de Mayo celebró esta capital con pompa, y dignidàd el dia del nacimiento glorioso de la patria, el aniversario de su redencion politica, y la època gloriosa de su libertad civil. Parece, que la Divina Providencia se habia complacido de reservar para este dia venturoso algunos acontecimientos favorables, que exaltando la energia del espiritu publico, añadiesen à la celebridad toda la brillantez de aquel fuego sagrado, que inspira el sentimiento de la libertad en las almas grandes. Noticias las mas lisonjeras del estado politico de las provicias del alto Perù, y de los progresos de la revolucion en el reyno de Nueva España, y en las cercanias de Lima: el arribo à nuestras costas de un lucido armamento en los instantes, en que los enemigos redoblaban toda su vigilancia, para estrechar el bloqueo de nuestros puertos; el anuncio, de que la còrte del Brasil, reflecîonando sobre sus verdaderso ìnterèses, habia despachado á esta capital un plenipotenciario con el objeto de restablecer nuestras relaciones amistosas sobre bases fixas, y permanentes, mandando retrar su exèrcicito á las fronteras de su territorio: las marchas rapidas de nuestros batallones, para incorporarse al respetable exèrcito, que ocupa las margenes del Uruguay: la llegada del Señor Vocal de este superior gobierno el coronel D. Juan Mar tin de Puyrredon: el temor, y desaliento, que se lee en los semblantes pavorosos de este resto de tiranos, que con barbara fiereza oprime á Montevideo, á esa ciudad desgraciada, que debiendo ser por su localidad una de las mas opulentas del continente, la reduce à su ultima linea el orgulloso despotismo de sus gobernantes: la serenidad del tiempo: la hermosura de las noches: todo parece, que se habia preparado por el Dios de la LIBERTAD, para hacer mas gránde, y magestuosa la celebridad del memorable dia 25 de Mayo, y manifestar á los despotas, que hasta la naturaleza se complace en la felicidad de los mortales. Un concurso immenso en medio de una brillante, y general iluminacion ocupaba las plazas, y calles cantando hymnos à la patria, y fulminando exècraciones contra los tiranos En todas partes reynaba el orden, el aplauso, y el regocijo. El èco de un grito universal, y concertado repetia á cada instante con entusiasmo viva la patria: viva la libertad viva la independencia: viva la America del Sud; odio eterno à los tiranos.
En la tarde del 24 acompañado el gobierno de todas las autoridades eclesiásticas, militares, y civiles pasò à la plaza mayor, y colocados todos en el lugar que estaba preparado; el señor regidor de esta capital D. Antonio Alvares Jonte orò al pueblo con el siguiente discurso.
Ciudadanos: va á empezar el año tercero de nuestra regeneracion politica, y la obligacion de rendir á la patria los honores que ella pueda perpetuar en esta nueva èra, nos empeña á ofrecer un homenage digno de vosotros, y propio de las circunstancias. Epoca tan memorable debe sin duda gravarse no en mudos y yertos marmoles, sino en los corazones capaces de conservar aquella fuerza que no pudo extinguir la tirania. Para celebrar tan grata memoria necia, è indebidamente adoptariamos una solemnidad periodica, que confundiera nuestras glorias con las fiestas, que han acostumbrado preparar los despotas: un pneblo que buscò su libertad, que es digno de ella, solo solemniza sus funciones, llenando los altos fines de la sociedad, y ofreciendo sus deberes á la humanidad aun agligida.
Por tan liberales, como justas intenciones el Supremo Gobierno oyò la voz de vuestro Senado, y aprobando tan sublimes designios se sirvio disponer, que la fiesta del aniversrio fuese principalmente un nuevo exfuerzo de generosidad, y beneficencia. Al efecto, y haciendo uso de la fortuna del Estado, y publica, sin embargo de las urgencias consiguientes á la elevacion de las empresas, se ha determinado, que en este dia glorioso se obrequien, auxilien, y recompensen las personas del pueblo mas intersantes necesitadas, y benemeritas.
En este pues sencillo, pero magestuoso aparato presidido por el inocente placer, que inspira el amor á la patria, que hoy reune á todos, y por medio de un sortéo, operacion propiamente republicana, seràn dotadas algunas jovenes tan apreciables por su honrades, como por su decencia, y á que casi tiene inutilizadas una incomparable pobreza. ¡ Felices si su suerte, y casto poder empleado en la union conyugal, y en llenar las intenciones de la naturaleza solo se hace sentir para prosperidad, y aumento del estado.
Las viudas, madres, y hermanas infelices, de los que hicieroon el generoso sacrificio de su vida ante las aras de la patria, recibirán igualmente el tributo, que pagamos à la afectuosa memoria de tan sagrados Manes. Los ilustres defensores de nuestro suelo, y libertad, reducidos á una sensible impotencia, por haber sacrificado parte de su ser en el campo de honor, verán palpablemente, que la patria no los abandona en su honrosa desgracia, que el dia de sus placeres es el dia de sus atenciones, y que se empieza en fin á gozar de la libertad, que sostuvieron.
Las familias honestas, è indigentes obtendrán del mismo modo su socorro, y acabarán de persuadirse, que su fortuna es la fortuna pùblica en un pais, en que destruida la insolente, y estúpida prepotencia de una clase opulenta, y menos numerosa del gobierno, y el pueblo, no tienen sino un mismo interés, y en donde el pueblo, y soberano no son sino una misma persona.
Ultimamente infelices esclavos cuyo destino personal hace gemir la naturaleza, conseguiràn el bien precioso de que uu absurdo y barbaro sistéma los habia despojado, y por lo mismo concebirán todas las altas y firmes esperanzas de que en el suelo americano desaparecerà en lo sucesivo la imagen aflictiva del mas cruel infortunio y desgradacion del hombre.
Hè aqui las determinaciones, cuyo resultado formará las actas de nuestra solemnizacion Ellas serán el monumento, que consagramos en el año tercero de nuestra libertad. Asi podrâ asegurarse con verdad, que si otros pueblos menos virtuosos se empeñarian en presentar espectaculos de una pompa brillante, y frivola, Buenos Ayres siempres grande, síempre generoso solo se ocupa en sensibles rasgos que hablan á la razon y al sentimiento. Si la Grecia en el campo de Elida adornaba de laurel la frente de sns libertadores, y daba à los tálentos la palma de honor; Buenos Ayres en la gran plaza de la Víctoria honra a. la humanidad en sus mas dignos hijos desgraciados, é imprime de este modo en el corazon de sus insígnes defensores el sello de la inmortalidad Si Roma aunque sitada mantenia en sus fiestas aquella fuerte serenidad que la hizo señora de los destinos; Buenos Ayres bloqueando de enemigos despechados ostenta tranquilamente toda su magnanimidad, y difunde con la mas dulce y viva efusion de jubilo los bienes de la libertadad en celebracion de su augusto aniversario. Quando la guardaña del tiempo abra la tumba à la generacion, que pasa tan honorables, y dulces recuerdos harán las delicias de las generaciones siguientes, y la posteridad tocada de mas intima impulsion de gratitud y respeto leera con asombro, y entusiasmo la serie de estos hechos que fixaron el reynado de los principios liberales.
EL Señor Regente de la Camara de Apelaciones dixo al gobierno.
Excelentisimo Señor.
Afanarse por el bien, union, y felicidad de los pueblos: promover, y fomentar por todos los medios imaginables el comercio, la industria popular, la abundancia, y el buen orden en toda administracion publi ca, proteger la religion, la seguridad individual, las propiedades, y la libertad del Ciudadano: premíar en fin la virtud, enfrentar el vicio, y aterrar los enemigos de la Patria; hè aquì todo en compendio el elogio, y el caracter delicioso de un Gobierno sabio, justo, humano, y liberal; y el retrato ajustado del superior, que gloriosamente nos rige. Por eso, quando las corporaciones del noble, y esforzado pueblo de Buenos Ayres desplegando su entusiasmo en demostraciones de jùbilo en el aniversario de su feliz instalacion, rinden fervorosamente al Todo Poderoso gracias immortales por el debil organo de mi voz, tributan al mismo tiempo à V.E. el pequeño homenage de la alabanza, y gratitud por el paternal esmero, con que procurandole la dicha, y la prosperidad, ha sabido diestramente libertarlo de la horrorosa ruina, que le preparaban los tiranos sus implacables enemigos: Tibi sacrificado hostiam laudis, quia non sumus consunpt... Hè dicho Sr. Exemo.