A secreto agravio, secreta venganzaA secreto agravio, secreta venganzaPedro Calderón de la BarcaJornada 2: Escena III
Jornada segunda
Escena III
DON LOPE, DON JUAN, MANRIQUE. -DOÑA LEONOR.
DON LOPE
(Ap.) ¡Ay honor, mucho me debes!
DON JUAN
Ya se acerca la jornada.
DON LOPE
No queda en toda Lisboa
fidalgo ni caballero,
que ser no piense el primero
que merezca eterna loa
con su muerte.
MANRIQUE
Justo es;
mas no pienso desa suerte
tener yo loa en mi muerte,
ni comedia ni entremés.
DON LOPE
¿Luego tú no piensas ir
al Africa?
MANRIQUE
Podrá ser
que vaya; mas será a ver,
por tener más que decir;
no a matar, quebrando en vano
la ley en que vivo y creo;
pues allí explicar no veo
que sea moro ni cristiano.
No matar, dice. Y los dos
esto me veréis guardar;
que yo no he de interpretar
los mandamientos de Dios.
DON LOPE
¡Mi Leonor!
DOÑA LEONOR
¡Esposo mío!
¿Vos tanto tiempo sin yerme?
Quejoso vive el amor
de los Instantes que pierde.
DON LOPE
¡Qué castellana que estáis!
Cesen las lisonjas, cesen
las repetidas finezas.
Mirad que los portugueses
al sentimiento dejamos
la razón, porque el que quiere,
todo lo que dice quita
de valor a lo que siente.
Si en vos es ciego el amor,
en mí es mudo.
MANRIQUE
Y desa suerte
en mí endemoniado ha sido.
DON LOPE
Siempre, Manrique, parece,
que al paso que yo estoy triste,
tú estás contento y alegre.
MANRIQUE
Y dime, ¿cuál es mejor,
en pasiones diferentes,
la alegría o la tristeza?
DON LOPE
La alegría.
MANRIQUE
Pues ¿qué quieres?
¿Que deje yo lo mejor
por lo peor? Tú, que tienes
la tristeza, que es la mala,
eres quien mudarte debes,
y pasarte a la alegría;
pues será más conveniente,
que el ir yo de alegre a triste,
venir tú de triste a alegre.