A una viuda (Althaus)
Apariencia
En su gruta la fiera, y en su nido
reposa el ave; yace el mar sin olas;
vierte el Sueño do quier sus amapolas
y de los males el sabroso olvido.
Pero, por más que asalte tu sentido,
cerrar no logra tus pupilas solas;
tú solamente su precepto violas,
dando al trabajo lo que suyo ha sido.
Mas de ti vanamente se querella;
con tan crecida prole, sin esposo,
es bien que veles sin cesar por ella;
y el insomnio prefieras al reposo
con que, viéndote aún joven y bella,
te convida opulento voluptuoso.
Esta poesía forma parte del libro Obras poéticas (1872)