Al esposo de doña Mariquita Zavala, habiendo mandado hacer un busto de esta señora, después de su muerte, a un artista que le hizo torpemente de Mariano José de Larra
Al esposo de doña Mariquita Zavala, habiendo mandado hacer un busto de esta señora, después de su muerte, a un artista que le hizo torpementeAl esposo de doña Mariquita Zavala, habiendo mandado hacer un busto de esta señora, después de su muerte, a un artista que le hizo torpementeMariano José de Larra
No más llorar, Miguel; que la esperanza
torna el busto del dueño malogrado.
Si bien la semejanza,
por no afligirte el alma conmovida,
del artista el cincel disimulado
dentro en la piedra la dejó escondida.