Al pendón castellano
¡Salve, oh pendón ilustre de Castilla,
Que hoy en los muros de Tetuán tremolas,
Y haces llegar a la cubana Antilla
Reflejos de las glorias españolas!
La media luna -que ante ti se humilla,-
Recuerda ya que entre revueltas olas,
De la raza de Agar con hondo espanto,
Se hundió al lucir el astro de Lepanto.
Y esa morisma -de la Europa afrenta-
Que el rugido olvidó de tus leones,
Hoy al golpe cruel -que la escarmienta,-
Forjando en su pavor fieras visiones,
De siete siglos a la luz sangrienta
Juzga que mira alzarse entre blasones,
-Sus turbantes teniendo por alfombras,-
Del Cid, de Alfonso y de Guzmán las sombras.
¡Oh! ¡sí! contigo van, por ti pelean
Esos nombres augustos; de su gloria
Los rayos en tus pliegues centellean,
Como fulguran en la hispana historia.
¡Que así triunfantes para siempre sean
Símbolos del honor y la victoria,
La civilización mirando ufana,
Que hoy te hospeda Tetuán, Tánger mañana!