Al renacimiento del Liceo
HIMNO
Música del Sr. Don Emilio Arrieta
CORO
La aurora apetecida
anuncia un nuevo sol:
recobra nueva vida
el numen español.
Templo del arte espléndido,
alcázar de la gloria,
comienza nueva gloria
para el Liceo ya.
Fénix, renace fúlgido,
de su mortal ceniza:
rosal, aromatiza
la tierra donde está.
Brilló cual sol vivífico
en nuestra España un día,
le dió la poesía
su noble inspiración.
Dióle su acento armónico
el canto, y su dulzura;
su magia la pintura,
el arpa real su son.
La juventud, que unánime
le congregó en su templo,
tomó del justo ejemplo,
del sabio ilustración:
y al acatar el código
de sus prudentes leyes,
diéronle honor sus reyes,
su pueblo admiración.
Más tarde… el loco vértigo
de la civil discordia,
su fraternal concordia
desniveló por fin:
y en vez del dulce cántico
con que admiró la tierra,
tronó llamando a guerra
desgarrador clarín.
Pero en la noche lóbrega
de lid tan fratricida,
brilló con luz de vida
su faro salvador:
y de Isabel al hálito,
que vida y luz derrama,
brotó con nueva llama,
y claridad mayor.
De oro las puertas ábrense
del templo solitario:
abierto está el santuario:
ven, pues, ¡oh juventud!
La fe, la ciencia altísima
ilustren nuestra historia:
ven, sí, que nunca hay gloria
en donde no hay virtud.
CORO
La aurora, etc.
FIN