Al viernes 22 de abril de 1870
Apariencia
¡Oh doloroso inolvidable día,
más negro que la noche más oscura!
Tú sellaste mi inmensa desventura,
en ti el sol, se eclipsó de mi alegría.
Tus lentas horas, en cadena impía,
insensibles al ay de mi ternura,
¡midieron, como siglos de amargura,
de mi madre adorada la agonía!
Sé pues maldito; y entre todos triste,
nunca del astro con la luz te dores
que ardiente velo a tus hermanos viste:
¡negras nubes y vientos bramadores
te acompañen por siempre, o tú que fuiste
el Viernes para mí de los dolores!
Esta poesía forma parte del libro Obras poéticas (1872)