Antonio, si los peces sumergidos
Apariencia
- A San Antonio de Padua
- Soneto LXXXIII
Antonio, si los peces sumergidos en el centro del mar para escucharos sacan las frentes a los aires claros, y a vuestra viva voz prestan oídos, los que vivieren de razón vestidos, y más quien por la patria debe amaros, a la dulzura de esos hechos raros ¿qué mucho que suspendan los sentidos? Ya con el Niño Dios, Joséf segundo, parecéis en los brazos, y Él se ofrece en figura de amor. ¡Qué amor profundo! Tanto se humilla, y tan os engrandece, que porque parezcáis tan grande al mundo, Dios tan pequeño junto a vos parece.