Canción (Violante del Cielo)
Nota: se ha conservado la ortografía original.
La poetisa portuguesa Sor Violante de Ceo, que hizo su profesión religiosa en Lisboa en 1630, luce su ingenio en esta linda canción de Navidad.
CANCIÓN
E
N lo breve de un portalVi, pastores, un zagal
Cuyos ojos soberanos.
Teniendo forma de humanos,
Parecen soles divinos;
Mirad si son amorosos,
Pues con rayos luminosos
Toda el alma me abrasaron,
Y de suerte me miraron
Que perdí la vista en ellos.
Mas ¡ay! que en ojos tan bellos
Ganada quedó mi vida,
Ora por amor perdida,
Ora por amor ganada;
Pues el alma enamorada
Vivir quiere en estos ojos,
De que son breves despojos
Los cuidados más amantes.
Los amores más constantes,
Las finezas más notorias.
¡Ay, qué penas, ay, qué glorias
Tan süaves, tan sentidas,
Me causaron las heridas
Que en el corazón me dieron!
Estos soles, que vinieron
A dar al mundo alegría,
Ya vuelven la noche en día
Con sus bellos resplandores.
Vengan todos los pastores
A ver el Sol entre pajas,
Y tocando las sonajas,
Alegres por varios modos.
Bailen todos, canten todos.