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Carta de Cesar Vallejo a Juan Luis Velásquez

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<< Autor: César Vallejo

París, 13-6-36.

Querido Juan Luís:

¿Por qué no me das tu dirección? en las dos únicas cartas que me has escrito del Perú, me dices siempre que me vas a escribir largo y tendido, dándome tu dirección para contestarte y no lo has hecho. Esta carta te la envío, en consecuencia, por intermedio de Dolores, a quien le ruego trasmitírtela a la mayor brevedad.- Me tienen desde hace tiempo huérfano de informes fidedignos y sustanciales sobre lo que pasa allí. Apenas me llegan las consabidas hojas del Gobierno y de la reacción, que no reflejan lo que ocurre realmente en el país. Gente de izquierda no queda en París. En estas condiciones carezco en absoluto de datos para formarme una impresión ya que no una idea- del momento actual, particularmente en lo que toca a las próximas elecciones. Por lo que me dices en tu papelito, parece posible un Frente Nacional; así también ciertos rumores oficiosos lo aseguran. Pero ¿en qué condiciones y con quiénes? Supongo que, cuando recibas estas líneas, la coyuntura electoral se habrá ya definido, al menos en lo que concierne a candidatos presidenciales y a la formación del Frente Nacional. De otro lado ¿las elecciones van a efectuarse, en realidad, en setiembre o serán, como se dice por aquí, postergadas?- Te ruego darte un tiempo para ponerme al tanto de todo esto, apenas recibas esta carta. Te suplico, así mismo, preguntar en Lima por mi hermano Néstor y ponerte al habla con él sobre la posibilidad de mi regreso al Perú. Habla con trujillanos, que pueden conocerle. Me interesa muchísimo que lo veas. Dile que le he escrito y no me contesta.- En verdad, mi deseo sería volver cuanto antes al Perú. Pero no entreveo los medios y el clima propicio a la realización de alguno o, si fuera posible, de los diversos objetivos de mi vuelta. ¿Qué voy hacer allí en buena cuenta? ¿Con qué fondos voy a hacer el viaje? ¿Con qué voy a subsistir en Lima? Y, lo que es más serio ¿en qué voy a ocuparme? Desde aquí, es imposible, sin duda, precisar las perspectivas.

Con todo, no puedo tomar decisión alguna, sin una base de cálculos probables. Me parece que tú podrías orientarme, tú que estás en el meollo de ambiente. De todas maneras tengo la vaga impresión que mi regreso depende, en gran parte, del sesgo que las próximas elecciones impriman a la política del país. De aquí que ansíe vivamente tus noticias sobre las elecciones. Es entendido que de no recibirlas, es porque nada interesante o de volumen ocurre allí susceptible de influir en el problema de mi viaje. Pero, naturalmente, más valdría que me escribas. ¡Por favor! No te quedes en silencio.- A España no sé si vaya. Depende de cómo sigan presentándose las cosas en uno y otro lado de los Pirineos. Desde luego, si voy, te avisaré o te lo dirá Dolores. En cuanto a tí, no me dices nada. También a este respecto escríbeme lo que haces y vas a hacer. No te mando colaboración porque no me dices qué clase de revista va a ser la tuya…¿Me comprendes? Espero ver el primer número, para saber a qué atenerme y enviarte cosas mías y de otros.- Ni tú ni Dolores me decís nada de Igor, ni de la segunda chica ¿dónde están? ¿En el Perú? ¿Madrid? Y tú ¿vienes luego a España? ¿Dolores va a volver al Perú? -la carta de ella es tan lacónica y telegráfica como la tuya. Sois terribles.- Georgette te envía cariñosos recuerdos y yo el abrazo de hermano que tú conoces.

-firmado. -CÉSAR