Carta de Diego Portales a Newman (29 de marzo de 1830)

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Santiago, Marzo 29 de 1830.

Estimado Newman:

En una de mis cartas dije a Ud. que en la paralización absoluta de mis negocios, pagando intereses, haciendo gastos indispensables por todas partes, etc., sólo una estricta economía puede salvarme de la ruina que me amenaza. Hoy repito a Ud. esto mismo y con más razón, porque las ocurrencias políticas alejan cada día de la República la tranquilidad necesaria para contraerse al negocio.

Ya tenía mulas, cabalgaduras y todo pronto para salir esta semana a Valparaíso y de allí a Copiapó por tierra, después de haber dejado a Ud. las instrucciones necesarias para obrar en mi ausencia; sé que en presentándome en este punto, la negociación de Garín, que hasta ahora me hace temer tanto, se habría enderezado, y acaso héchose buena. Mas esta mañana ha llegado un propio que comunica la noticia de que Uriarte ha sublevado a la guarnición de aquella plaza y a los prisioneros de la Juana Pastora, y conociendo la apatía de nuestro Gobierno para tomar las medidas necesarias, creo que tomará cuerpo aquella sublevación, y he perdido la esperanza de ir a atender al negocio de Garín, en que tengo invertida la mayor parte de mi fortuna, y que repito la creo en peligro. Actualmente me ocupo en buscar alguna persona que vaya en mi lugar, y aunque no podrá hacer lo que yo, al menos servirá de mucho para hacerse cargo de los trabajos, de las esperanzas que ellos prometan, del estado de los fondos que en dinero y especies le tengo remitidos, etc., etc. Al efecto, me mandará Ud. la cuenta corriente general, con dicho Garín, incluyendo 200 pesos que Ingram ha pagado a su mujer, por libranza desde Copiapó y los 2,000 y tantos pesos con sus respectivos intereses, que debía a Cea y Portales y de que yo me hice cargo en parte de pago de los 7,000 pesos en deudas que debí elegir por la transacción con Cea; pero que en la cuenta suenan como pagados por mí a dicho Cea. Igualmente cargará Ud. en ella el importe y gastos de los diezmos rematados en año pasado, y que tengo que pagar en Diciembre de éste, con los 300 pesos dados a Amenábar por gratificación. Debo prevenir a Ud. que para no recibir mayores perjuicios, me he empeñado en solicitar fletes para que la Independencia salga, si es posible, en cuatro o cinco días después de llegada a Valparaíso, y lo he arreglado en esta forma. D. Domingo Otaegui tiene que remitir a Coquimbo del 15 al 20 del que entra, lo más tarde, para cumplir una contrata que ha celebrado con un coquimbano, 800 fanegas harina, y 500 trigo candial, y 100 quintales fierro; ya tiene Ud. más de 2,000 quintales y con alguna más carga que Ud. debe buscar entre los sujetos de ese comercio luego que llegue el buque, se completará y bajará para Coquimbo y de allí subirá al Maule a cargar tres mil quintales entre trigo y harina de D. Clemente Pérez, y bajará con ellos a Coquimbo, y de Coquimbo subirá a Valparaíso precisamente a principios o mediados de Junio; y para entonces tendrá Otaegui prontos otros 2,000 quintales que irá a descargar a Coquimbo, y el resto de la carga se la completaremos con alguna remesa que habrá que hacer a Garín para aquella fecha, si el negocio de sus cargo se mejora. Por si esto sucede, y sabiendo que no puede traer pérdida, ha comprado a don Joaquín Tocornal todos sus charquis y grasa en costales de carnero; al efecto, ha dado orden a la Hacienda para que estos artículos sean conducidos a Bodegas de Budge, antes que entren las aguas. No hemos tratado precio y sólo hemos convenido en que sea el corriente de plaza. Su importe lo abonará Ud. en cuenta a dicho Tocornal.

En virtud de lo que he dicho antes, puede Ud. y debe irse a vivir con Cavareda, y arrendar la casa. Don Juan Antonio Mayo me escribe diciéndome que Igualt se interesa por ella y yo desearía que él la tomase. Ud. sabe lo que ella me cuesta contando con las refacciones, y haciéndole presente todo oirá su propuesta: en la inteligencia que quiero reservarme el comedor para guardar todos los muebles en caso que Igualt no quiera comprarlos o bien para tener donde irme a pasar cuando vaya a ésa por algunos días.

El billete de Valdivia lo vendió Elizalde con un 20 % de descuento, lo que prevendrá Ud. a Bayolo.

Se recibió el reloj para el Dr. Rodríguez; ¿no tiene otras joyas que las contenidas en el único cajoncito en que vino?

¿Ha pagado la Factoría la libranza de Balcarce por tabacos? Puede Ud. mandarme 200 pesos más mis gastos sin necesidad de pedirlos a Waddington?

¿Habrá algún buque que salga pronto para Copiapó? ¿Se vendió la harina que Ud. me previno podía venderse? ¿El trigo blanco que vendió fue del de Concepción o del de Meneses que estaba en las Bodegas de Budge? Me escribe Ud. una carta, y si en un año no puedo contestarle, se pasa otro tanto tiempo sin escribirme. ¿Pasadas todas las partidas de la cuenta Waddington las terceras partes de plata y efectos remitidos a Concepción, gastos, intereses, etc., y abonada la tercera parte de lo cobrado por ventas de trigo, a qué ha venido a quedar reducida la cuenta? ¿Dirigió Ud. a Concepción la carta que dejé escrita para Melgarejo? ¿Qué ha hecho el francés en el sitio, gastará los 4,700 pesos prevenidos en las escrituras? ¿Ha guardado Ud. una medida comprada por Melgarejo y que remitió en la Resolución para medir los trigos?

Mandé una carta a D. Javier Urmeneta, y supuesto que no ha contestado, escríbale otra y otra hasta que conteste. Me agradaría mucho que vendiese, o enajenase Ud. el ajedrez, porque es juego que quita mucho tiempo.

Diga Ud. al S. Cavareda que hoy han salido conducidos por Loyola 50 fusiles, y un cañón con 1,000tiros a bala, los que se servirá hacer remitir a Quillota por su conducto a D. Pedro Mena, quien los entregará al gobernador de aquella ciudad.

Busque Ud. una oportunidad de mucha confianza para mandarme mi silla y avío de campo dentro de los baúles y que me traiga mi caballo con mucho cuidado, y esto que sea pronto.

No tiene más tiempo su afecto.

D. P .

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