Codro, el temor con la piedad venciendoCodro, el temor con la piedad venciendoLope de Vega
Soneto 116
Codro, el temor con la piedad venciendo,
el tronco helado de Pompeyo espera,
que, impelido del mar, a la ribera
sacó en los brazos y lloró diciendo:
«No está soberbio túmulo pidiendo
el gran Pompeyo aquí, Fortuna fiera,
ni que en la llama funeral postrera
suba aroma oriental el sol cubriendo».
No pide el hombre a su familia y gente.
Sepultura común y honor plebeyo
sin fuego y triunfo a sus desdichas basta.
«Ya basta, dioses, que, del cuerpo ausente,
no cubra las heridas de Pompeyo
el tierno llanto de Cornelia casta».