Con nuevos lazos, como el mismo Apolo
Apariencia
- Soneto 68
Con nuevos lazos, como el mismo Apolo, hallé en cabello a mi Lucinda un día, tan hermosa, que al cielo parecía en la risa del alba, abriendo el polo. Vino un aire sutil, y desatólo con blando golpe por la frente mía, y dije a Amor que para qué tejía mil cuerdas juntas para un arco solo. Pero él responde: «Fugitivo mío, que burlaste mis brazos, hoy aguardo de nuevo echar prisión a tu albedrío». Yo, triste, que por ella muero y ardo, la red quise romper; ¡qué desvarío!, pues más me enredo mientras más me guardo.