Con pálido calor, ardiendo en ira
Apariencia
- De doña Inés de Castro
- Soneto 181
Con pálido color, ardiendo en ira, en los brazos de Avero y de Alencastro, de la difunta doña Inés de Castro el bravo portugués el rostro mira. Tierno se allega, airado se retira, (trágico fin de amor, infeliz astro) y abrazado a su imagen de alabastro, con este llanto y voz habla y suspira: «Si ves el alma, Nise, de mis ojos desde el cielo, en que pisas palma y cedro, más que en este laurel y fe constante, verás que soy, honrando tus despojos, portugués en amor, en rigor Pedro, rey en poder, y en la venganza amante».