Correo de Comercio: 19 de mayo de 1810/3

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Correo de Comercio

Número 12

Del Sábado 19 de mayo de 1810

Descripción Geográfica, Física é Histórica de las Montañas habitadas de la Nación de Indios Yuracarees, parte más Septentrional de la Provincia de Cochabamba.[editar]


Las Montañas habitabas por las Nación de Indios Yuracarees, son una continuación de las Montañas de los Andes, que á la falda de la Cordillera Oriental, se extienden sin interrupción casi en una línea paralela con el ramo principal de la Cordillera Occidental desde Santa Fé de Bogota, Quito, Andamarca, Guanuco, Tarma, Guanta, Pancartambo, Carabaya, Apolobamba, Chulumani, hasta los límites Septentrionales de la Provincia de Cochabamba: y de acá siguiendo casi al Oriente hasta la ciudad de Santa Cruz, á las nuevas reducciones de los Indios Chiriguanaes, á la parte mas S. de la Provincia de Chiquitos, uniéndose al fin con los diferentes ramos de Serranías del Brasil, y del Paraguay. La parte de ellas de que aquí me propuse tratar, confina al N. con los terrenos incógnitos, y habitados por la Nación de Indios Mosetenes: al N E. con la Provincia de Moxos, y los Indios bárbaros Sirionoes: al E. con Santa Cruz de la Sierra: al S. con los partidos del Valle-grande, y de Mizque: al N O. con los Yungas de la Paz, y los terrenos intermedios habitados de Indios Mosetenes y Raches. Están comprehendidas entre los Meridianos de 58 y 60 de longitud Occidental de París, y entre el grado 16 y 17 y un quarto de latitud Austral. Para entrar á estas Montañas desde la ciudad de Cochabamba se sigue por el valle de Sacaba al pie de la Cordillera hacia el E. hasta la estancia de Colomi. El terreno se vá levantando insensiblemente.

Desde Colomi se empieza á subir la Cordillera por unos caminos ásperos y fragosos hasta la cumbre de ella, llamada Yuraxcasa y Murmuntani; dirigiéndose el camino mas al N. se sigue en adelante baxand0 y subiendo laderas, y horrorosos precipicios á Paltacueva, San Vicente, San Miguel, el Ronco, Latormenta, parages enteramente despoblados, y sin otro recurso para los transeuntes, que alguna cueva en lo mas elevado de la Cordillera, y en distancia de 6 leguas, expuestas todo el año á continuas tempestades y nevadas, que desde su corto descubrimiento han enterrado millares de hombres y bestias. En todas partes tiene la entrada á las Montañas de los Andes, sus dificultades y pasos peligrosos, pero ésta las tiene con preferencia duplicadas, y todo el tránsito es un conjunto de precipicios y laderas perpendiculares, por seguir así estos habitantes, el rastro del Indio, que primero intentó este viage, sin pensar jamás en otra entrada mas cómoda para evitar este paso tan largo, y tan expuesto de la Cordillera. Los mismos altos de la Cordillera, tan ásperos y tan estériles, que al primer momento parezcan, no han quedado sin algún destino, y sin utilidad. La naturaleza les dió sus riquezas, y se hallan en ella particularmente al lado de las Montañas innumerables vetas de quijo, la única y verdadera matriz del oro, en todas partes por donde se extiende este ramo interior de la Cordillera, y solamente este metal noble, es capaz de atraer á los hombres y hacerlos sufrir la continua intemperie en esta region helada, como los Minerales de Carabaya, Chuculi, Tacani, Yani, Ananea, y Choquecamata. [Se continuará.]


NOTA. No se dá en esta semana el medio pliego del Suplemento por no haber habido tiempo para su composición.


BUENOS-AYRES :

En la Real Imprenta de Niños Expósitos.



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