Cuando a las armas inclinó la mano
Apariencia
- Soneto 107
Cuando a las armas inclinó la mano el capitán mejor, el más bienquisto, que dio su nombre al polo de Calixto desde el cabello juvenil al cano; cuando en defensa de Filipo Hispano y para aumento de la ley de Cristo, las regiones antárticas le han visto, alta la espada y el pendón cristiano; celoso estaba de su pluma Apolo, mas ya que desarmado la ejercita, vuelto a su patria, es cisne dulce y solo. Ya que la soledad y el campo habita, con su pluma enriquece nuestro polo, olvida a César y a Virgilio imita.