De Endimión
Apariencia
En una selva, al parecer del día, se estaba Endimión, triste y lloroso, vuelto al rayo de sol que presuroso de la cumbre de un monte descendía. Mirando el turbador de su alegría, contrario de su bien y su reposo, tras un grave suspiro doloroso, tales palabras contra el sol decía: «Luz clara, para mí triste y oscura, que con furioso curso apresurado mi sol con tu tiniebla oscureciste, si te pueden mover en tanta altura las quejas de un pastor apasionado, no tarde en volver donde saliste».