Declaración institucional del PNV
«Una vez conocida la decisión de ETA de dar por concluido el alto el fuego vigente desde el 18 de Septiembre de 1998 hasta el día de mañana 3 de diciembre de 1999, el EBB desea reiterar y manifestar lo siguiente:
1. ETA no es quién para pretender condicionar el proceso político vasco. Introducir de nuevo la violencia con el miedo y la extorsión para forzar las líneas del debate político, no es sino desvirtuar el debate.
2. El pasado 30 de agosto de 1999 el EBB del PNV en contestación a otro comunicado de ETA respondió «que no admite la tutela de una organización armada en el proceso político vasco». El PNV, independientemente del rechazo a la violencia desde una posición ética y moral y a su carácter extemporal en la Europa actual, reitera «que ETA debe tener muy claro que el día que deje las armas, el PNV no le deberá nada».
3. La violencia de ETA, aparte de suscitar la odiosidad general, perjudica al progreso de la opción nacionalista vasca y favorece los esfuerzos gubernamentales y ultras por impedir la colaboración entre partidos nacionalistas en la acción política democrática.
4. Lo ha hecho endosando al PNV actuaciones probadamente falsas. ETA debe a los vascos la explicación de sus verdaderos motivos.
5. HB, en su rueda de prensa, acusó al PNV de falta de valentía política.
- Primero: confunden la valentía con el voluntarismo. - Segundo: no olvide HB que el PNV ha trabajado siempre en la construcción nacional, mientras que HB es ahora cuando se incorpora a ella. Un balance de la aportación de cada cual clarificaría este aserto.
Entendemos por construcción nacional el trabajar en todos aquellos presupuestos que crean y difunden una conciencia nacional como base para el ejercicio democrático de una voluntad política. En ella es fundamental la colaboración de quienes tenemos un mismo proyecto nacional, más allá de otras diferencias. Desde que HB se ha incorporado a las vías políticas democráticas ha dado un paso gigantesco para la intensificación de la construcción nacional.
Desde esta apuesta política y democrática, que compartimos todos los Partidos nacionalistas vascos, el PNV, partiendo de la realidad política y marcos jurídicos vigentes, que respeta, y siguiendo su línea fundacional, apuesta inequívocamente por un ámbito jurídico-político que abarque a todos los vascos y que contenga el respeto efectivo a su ser nacional y a la realidad histórica, cultural y lingüística; así como el derecho a definir su propio futuro, su articulación interna y su relación externa.
Teniendo en cuenta la nueva perspectiva europea y los reajustes de naciones y fronteras en su ámbito, estamos convencidos de que ha llegado para el pueblo vasco la hora de levantar su voz y crear en su propio seno aquellas condiciones de cohesión y de afirmación propias para caminar hacia una expresión colectiva de voluntad acerca de su posición, como pueblo en el concierto europeo.
Por esta razón invitamos a las formaciones nacionalistas y en especial a EH-HB, a, de común acuerdo y desde la diferencia y el respeto mutuos, establecer las bases de este proyecto, en sus contenidos, modos y ritmos. Esta apelación a los partidos nacionalistas no ignora ni la pluralidad socio-política de Euskadi, ni la existencia de otros proyectos políticos.
Desde ese respeto, el PNV reitera su disposición al diálogo y participación en cuantos foros políticos institucionales se establezcan, para afrontar el problema político vasco y abordar un camino conjunto de solución del mismo».
Bilbao, 2 de diciembre de 1999