Diccionario biográfico de Chile/Ro

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Diccionario biográfico de Chile (1901)
de Pedro Pablo Figueroa
Cuarta edición ilustrada con retratos
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ROA (JOSÉ ANTONIO).—— Militar de la independencia. Nació en Paillihue, en la vecindad de los Ánjeles, provincia actual del Bio-Bio, en 1801. Sus padres, honrados agricultores de la Araucanía, entregados al cultivo de las tierras de sus campos y a la crianza de la ganadería, lo formaron en el trabajo y en esa escuela del hogar antiguo que era el modelo de los caractéres nobles y levantados que han constituido la fuerza moral y social de nuestra raza. Sus padres eran patriotas y ayudaban, en la medida de sus esfuerzos, a la causa de la libertad. Por esta hermosa iniciativa en favor de la independenda, sus campos de cultivo fueron talados, en 1817, por una partida de soldados realistas. Esta depredación de la propiedad de sus padres, inspiró al joven Roa, que tenia a la sazón 16 años, la idea de unirse al movimiento emancipador y cooperar a la soberanía de su patria. El 1.° de Enero de 1817 se trasladó a pié, desde el lejano pueblo de Paillihue a la ciudad de Concepción, haciendo un tránsito de mas de 30 leguas para ofrecer sus servicios como voluntario a los patriotas. E1 1.° de Marzo de ese año sentó plaza de soldado raso en el ejército acantonado en la capital del sur, en el batallón 3.° de línea, cuyo cuartel estaba situado en la plaza de la Independencia, en el local que al presente ocupa el Portal de don Federico Benavente. El jardin de la plaza Independencía era el sitio donde los soldados patriotas hacian su descanso de ejercicios doctrinales de aquella época. Su primera campaña o su bautismo de fuego, fué en la Alameda de Concepción, el 5 de Mayo de 1817, donde se batió contra los realistas bajo las órdenes del entonces coronel y mas tarde jeneral don Juan Gregorio de las Heras. Dias después asistió a la toma del puente de Nacimiento, puerta de entrada a la Araucanía, a las órdenes del comandante don José María Cienfuegos. Aquel soldado niño se batió heroicamente al lado del bravo Freiré, en las márjenes del rio Carampangue, manejando el rudo fusil de chispa y en medio de aquellas selvas inespugnables y montañosas e inclementes. Ser soldado entonces era sentar plaza de mártir o de héroe, porque la naturaleza y los rigores del clima en aquellas latitudes eran los mas implacables enemigos que habia que vencer. Roa no rehuia los peligros ni le amedrentaban los obstáculos, pues se habia impuesto el sacrificio por deber para con la patria y por espíritu de justicia para con sus padres, porque anhelaba vengarlos de las depredaciones realistas. Se batió en seguida en el combate de Copañué y poco mas tarde, en el sitio y asalto de Talcahuano, en Diciembre de 1817. En calidad de cabo 2.°, combatió en la sorpresa de Cancha Rayada, el 17 de Marzo de 1818. en cuyo desastre, donde fué deshecho su batallón, se salvó en una patagua del monté. Concurrió a la gloriosa batalla de Maipo, el 5 de Abril de 1818, a las órdenes del jeneral San Martin, distinguiéndose por su valor. Después de esta acción de guerra, hizo la campaña de Concepción, a las órdenes del jeneral don Antonio González Balcarce, encontrándose en la acción del Bio-Bio, en el lugar denominado la Puntilla, donde realizó proezas verdaderamente araucanas por su valor. En 1820 emprendió la campaña de Valdivia y se encontró en la toma de la plaza de Corral. Fué uno de los bravos vencedores de la acción del rio Toro, al mando del comandante Benavente, que fué reñida y sangrienta, donde los españoles disputaron palmo a palmo el terreno a los patriotas. En esa acción de armas, se hicieron, de uno y otro bando, descargas cerradas a boca de jarro y los soldados quedaban de pié atravesados por las bayonetas de sus fusiles. Por la toma de la plaza de Valdivia, fué condecorado por el Supremo Gobierno con un escudo de honor. Como jefe de su compañía de vanguardia, el cabo Roa se tomó, uno por uno, los fortines que guarnecian el puerto de Corral. Con el grado de cabo 1.° tomó el cuartel de Corral al frente de un piquete. En 1823, marchó al Perú, en la segunda espedicion libertadora, siempre con el grado de cabo 1.° de su batallon, y de aquella empresa regresó para hacer la campaña de Chiloé, asistiendo a la batalla de Bellavista el 4 de Enero de 1826, a las órdenes del jeneral don José Santiago Aldunate. Ascendido al grado de subteniente de ejército en 1826, se le destinó a la campaña de ultra Bio-bio a las cordilleras de la Araucanía, y en 1832, con el grado de teniente, contra los Pincheiras, a las órdenes del jeneral don Manuel Búlnes Desde 1834 a 1835, concurrió a la campaña contra los indios, habiendo sido ascendido al grado de ayudante mayor en 1834. En esa campaña se encontró en los combates de Renaico y Collico, a las órdenes del coronel don José Antonio Vidaurre. En 1837, siendo ya capitan del bizarro y guerrillero batallon lijero Valdivia, se halló en el tiroteo de la sublevacion del rejimiento de línea Maipú, en el camino de Valparaiso a Quillota. Se encontró en la batalla del Baron el 6 de Junio de 1837, al mando del jeneral don Manuel Blanco Encalada, obteniendo una medalla de oro por su comportamiento y su lealtad a las leyes. En ese año hizo la campaña restauradora del Perú, a las órdenes del jeneral don Manuel Blanco Encalada, y en 1838, emprendió la tercera campaña de restauracion del Perú, con el jeneral don Manuel Búlnes. Se encontró en la toma de la ciudad de Lima, el 21 de Agosto de 1848, donde fué herido en una pierna; en la accion del Puente de Buin, el 6 de Enero de 1839, y en la batalla de Yungai, el 20 de Enero de aquel año. Se le concedieron dos medallas de honor por las acciones de guerra de esta compaña. En la batalla de Yungai se distinguió como capitan de cazadores en la toma del cerro Pan de Azúcar, decidiendo a la bayoneta la victoria. A su regreso al pais, en 1843, fué nombrado gobernador del departamento de Castro por el Presidente jeneral Búlnes. Fué nombrado, poco tiempo despues, comandante del batallon cívico mandado organizar en esa ciudad. Durante un período de diez años gobernó a aquel departamento y en 1853, fué trasladado con igual puesto al departamento de Arauco. En 1854 se le ascendió al grado de sarjento mayor. En 1855 se le nombró gobernador de Nacimiento. En 1858, fué nombrado intendente de la provincia de Arauco. La revolucion de 1859 lo obligó a trasladarse a Concepcion a prestar sus servicios a la causa del órden y de la constitucion. En ese año se le nombró comandante del batallon 4.° de línea acantonado en Chillan. Ascendido al grado de coronel, en premio de sus largos y honrosos servicios, en 1874, se retiró del ejército en ese mismo año. Llegó a ocupar un puesto distinguido en el ejército por su noble comportamiento y su reconocido valor y patriotismo. Como gobernante, organizó la administracion pública en los departamentos que rijió, siendo un modelo de majistrado. Falleció en Arauco, su tierra natal, el 3 de Octubre de 1876. Su nombre ilustre ha permanecido alvidado hasta el presente y este es el primer homenaje histórico que se consagra a su memoria. Su vida es una leyenda heroica, que enseña la abnegacion y el sacrificio por la patria. Al evocar la tradicion de sus hechos de armas y de su carrera, se rememoran las grandes escenas de la época de la Independencia que constituyen nuestra enseñanza gloriosa de civismo y de organizacion nacional.

ROBINET (CARLOS TORIBIO).—— Escritor y servidor público. Nació en Chacao, Imperio Chino, en 1853, bajo la bandera del consulado de Chile. Su señora madre, hija de nuestro pais, residia en aquel lejano imperio asiático con su distinguido hermano don Toribio Lambarri Ovalle, ajente consular de la República. A su llegada a Santiago, ingresó al Instituto Nacional, donde cursó humanidades haciendo estudios superiores que lo colocaron en aptitud de consagrarse con provecho a las letras y al comercio. Dotado de espíritu emprendedor y de intelijencia sobresaliente, se labró con ventajas brillante carrera social y en la política merced a su escojida educacion y a sus cualidades de carácter y de cultura. Joven, en 1869, se dedicó al cultivo de la literatura, colaborando en el periódico La Aurora, con artículos y poesías que ponian de relieve su talento y su ilustracion. Desde esa época se ha caracterizado en la prensa nacional como un literato de fino tacto y de esquisita galanura, de refinamiento de artista y de una sutileza de pensamiento que completa su intelectualidad. Es uno de los escritores mas selectos del pais, y aun cuando no ha llegado a producir obras de aliento y de conjunto, se ha distinguido en los artículos y poesías que ha insertado en los diarios y en las revistas. Su estilo es, por lo jeneral, de espiritual donaire, de delicada elegancia en la forma y en el pensamiento y de peculiar novedad en las ideas, a la vez que adornado con una esquisita cultura decorativa. Injenioso y pulcro, sus artículos se hacen notar en el esmero en la frase y en la orijinalidad de la concepcion. Sus poesías son, de igual modo, de una cultura singular, llamando la atencion por la novedad su composicion titulada Una Letra del Banco del Cielo. De sus artículos literarios mas bellos, nos es sumamente grato citar el que ha denominado La familia de don Andres Bello, pájina inspirada en el mas noble sentimiento de admiracion por una gloriosa estirpe de talentos brillantes. Diversos otros artículos ha escrito sobre nuestros literatos y no son ménos delicados los que ha trazado su pluma sobre los poetas José Antonio Soffia y Hermójenes de Irizarri y la escojida familia de injeniosos periodistas Jacinto y Nicolás Peña Vicuña. Podríamos señalar otros de sus artículos, tan amenos como los anteriores, pues debemos referirnos tambien a su labor política y a su propaganda impulsadora de la instruccion popular. Entusiasta por la educacion y su desenvolvimiento en la sociedad, ha sido un constante y laborioso director de la Sociedad de Instruccion Primaria y de la Liga de Estudiantes Pobres de Santiago. Como secretario de la Sociedad de Instruccion Primaria, ha propendido al mejoramiento de las escuelas que esta institucion sostiene. En este rol de su carrera pública, puede ser citado como uno de los mas activos y desinteresados fomentadores de la instruccion primaria en el pais. Habiendo efectuado un viaje a Lima, donde residió un corto tiempo, formó parte de la redaccion del diario El Heraldo, que era escrito por periodistas chilenos residentes en el Perú. A su regreso, sirvió, en 1872, como corresponsal de ese diario desde Santiago. Desde 1868 forma parte de la Sociedad de Instruccion Primaria y ha sido fundador de la Liga de Estudiantes Pobres. En 1872 ocupó un puesto en la administracion del Banco de la Alianza, en Santiago. En 1879 cooperó a la organizacion de la Sociedad Protectora para socorrer a los huérfanos y a las viudas de la guerra del Pacífico. Durante el curso de la campaña, fué tesorero de la Comision de Donativos patrióticos para la guerra. Miembro del partido radical, ha formado parte del Directorio Jeneral y desempeñado el cargo de secretario de la Junta Central. En representacion de ese partido, ha formado parte de la Cámara de Diputados, elejido por las asambleas de Putaendo en 1884, Vallenar, en 1888, Copiapó y Tarapacá en diversos períodos lejislativos y constitucionales. En el Congreso ha propendido siempre al fomento de la instruccion pública y ha formado parte de las comisiones de la Cámara para atender los diversos ramos de la administracion. Ha sido siempre miembro de la Comision de Educacion y Beneficencia. Su iniciativa y su poderoso influjo le han dado ascendiente en todas las cuestiones que rozan con los servicios públicos. Constante servidor de todo el mundo, su prestijio le sirve de eficaz ayuda para la juventud y para las personas que necesitan apoyo y justicia. Consejero de la Escuela Profesional de Niñas de Santiago, ha procurado que ese plantel de enseñanza práctica sea el mejor dotado de elementos de progreso del pais. Su actividad e iniciativa le han permitido consagrarse con noble esfuerzo a los servicios públicos y a las letras. Ha colaborado en los diarios La Patria, de Lima, y La Libertad, El Heraldo, El Ferrocarril, Los Tiempos, La Epoca, Los Lunes, La Libertad Electoral, La Tribuna y La Lei, de Santiago, y en las revistas El Sud-América, la Revista Chilena, la Revista de Santiago, La Flecha y otras publicaciones, siempre con delicado injenio. Amigo de la mayor intimidad del eminente periodista Justo Arteaga Alemparte, ayudó con levantado afecto al ilustre diarista en los dias tormentosos, prodigándole consuelo en la grave enfermedad que lo llevó al sepulcro. Su oracion fúnebre en la tumba del gran escritor, es una pieza literaria y de oratoria verdaderamente notable. El señor Robinet, en el mundo de los negocios, es ajente de diversas compañías de seguros nacionales y estranjeras. Asociado su nombre a la historia patria, como escritor y servidor público, ha conquistado, con honra y gloria, prestijio nacional.

ROBLES (MANUEL).—— Compositor musical. Nació en San Francisco del Monte, en el valle de Santiago que conduce a Melipilla, en 1790. Su padre era músico y maestro de baile. Se formó artista musical recibiendo las lecciones de su padre. Dedicado al delicado instrumento del violin, se hizo notar desde jóven como un hábil e inspirado músico. El maestro don José Zapiola, que le dedicó un hermoso capítulo en su libro Recuerdos de treinta años, relata en sus crónicas de aquel tiempo, que lo conoció en 1819, en una corrida de toros que tuvo lugar en San Francisco del Monte, donde el jóven violinista se distinguió como un valiente y hábil lidiador. Su talento natural se desarrolló en ese ambiente popular de su raza y da su época, que, sin duda, comunicaba ternura y orijinalidad a sus canciones. Reunia cualidades curiosas, siendo de un carácter despreocupado y travieso. Era, lo que en el lenguaje moderno se llama un mundano, amigo de las tertulias, pues tocaba con destreza la guitarra y cantaba tonadas y canciones que acaso él mismo componia como poeta que se inspiraba en las costumbres del pueblo. El maestro Zapiola cuenta que cantaba con mala voz, pero con una gracia inimitable y que bailaba como nadie. Era un jugador de pelota sin rival y para el volantin no tenia precio. Para la jarana y el box, no encontraba igual. Todo esto unido a su jenio vivo y travieso, espiritual como su raza popular, le daba la fama de un vividor galante y despreocupado en el seno de las multitudes, donde era particularmente querido por sus raras dotes da músico. Robles, como se ve por los rasgos trascritos, era un carácter singular y múltiple, de esos temperamentos estraordinarios y orijinales que solo se forman en el seno de nuestras muchedumbres tan ricas en injenios alegres y audaces como en libertad de costumbres nativas soberanes. En 1824 emprendió, con el maestro Zapiola, una escursion a Buenos Aires, partiendo a lomo de mula desde la Chimbe por la calle de la Recoleta endireccion a Mendoza. En constante buen humor, hizo la jornada, siempre a caballo y por tierra como dicen en la República Arjentina, hasta Buenos Aires, salvando a sus compañeros en todos los trances difíciles del camino y del viaje. En Buenos Aires se dedicó al juego del billar, en el que era un verdadero maestro, y mas tarde se incorporó en una orquesta dirijida por el maestro Massoni, en el teatro de la capital del Plata. Regresó a su pais en 1825 y se dedicó el ejercicio de su profesion de maestro de música y de violin. Aquí se casó de una manera novelesca y mas tarde perdió el uso de una pierna, por un golpe de a caballo, por lo que se le llamaba el cojo Robles. Ese espíritu inquieto y tan aventurero, estaba dotarlo de un noble sentimiento de patriotismo que le hacia amar a su suelo mas que a su vida. Poseia, en ese rasgo de su naturaleza, la cualidad característica de su estirpe popular, pues no existe pueblo en América mas adicto a su tierra nativa que el chileno. La índole araucana ha sido la mas rebelde a la conquista en nuestro continente. La obra maestra y la que le be conquistado celebridad al compositor Manuel Robles, es la música de la antigua Cancion Nacional, compuesta para cantar el himno patriótico del poeta don Bernardo Vera y Pintado. Formaba parte de la orquesta del Teatro de la Compañía, en la empresa lírica de Scheroni, en 1820, cuando compuso la música de la cancion nacional. Esta cancion era el himno popular en todas las festividades nacionales. El escritor Juan Jacobo Thompson, narra en su revista Las Bellas Artes, que «la cancion de Robles se acostumbraba cantar todas las noches que habia funciones en el teatro de Arteaga. Al principiar, agrega, todo el mundo se ponia de pié. O'Higgins y Freire la escuchaban con respeto y llenos de emocion, porque mas de una vez al són de ella marcharon a la victoria. La costumbre de cantarla siempre que habia teatro, fué desapareciendo poco a poco, hasta que al fin se ordenó que solo se cantase en el aniversario de la Patria». Esta cancion, que lo hace justamente célebre como artista y como compositor, fué suplantada por el himno que compuso en Londres el maestro español Carnicer, en 1829, por encargo del Ministro de Chile don Mariano Egaña. Sin embargo, la cancion nacional compuesta por el maestro Manuel Robles, se canta siempre en las festividades populares con entusiasmo indescriptible, porque recuerda todas las glorias de la independencia, las del talento y las del amor a la Patria. En concepto de los críticos musicales, como Thompson y Santa Cruz, la cancion nacional compuesta por el maestro Robles es superior a la de Carnicer. Ademas, la cancion nacional de Robles tiene el mérito indisputable de haber guiado a nuestros lejionarios de la revolucion emancipadora a los combates, tanto en Chile como en el Perú, en 1820 y 1826, y de haber sido, como dice con propiedad el escritor chileno Thompson, «bautizada con sangre, cantándola nuestros padres en las últimas batallas con el español». La música de la cancion nacional de Robles se ha podido conservar, merced al talento y patriotismo del maestro don José Zapiola, que habiéndola aprendido de memoria en 1820, la escribió en 1860 para publicarla en la revista Las Bellas Artes, que dirijia Juan José Thompson. La cancion nacional de Robles es el himno oficial de Chile segun un decreto vijente de 1820. Su música es una melodía suave y armoniosa, que se adapta fácilmente al oido ménos educado y a todos los sentimientos populares. El maestro Robles falleció en Santiago en 1836 y su nombre no ha sido olvidado por la historia. Su memoria será perpetuamente emblema de amor a la Patria y de recuerdo glorioso del civismo nacional.

ROBLES (EULOJIO).—— Mártir del deber militar. Nació en la ciudad de los Anjeles en 1832. Fueron sus padres el capitan de la independencia don José Gregorio Robles y la señora Bernardina Pinochet. Su ilustre padre fué uno de los patriotas mas jenerosos y abnegados de la época. Propietario de valiosos terrenos de cultivo y siendo único agricultor de Rere, se asoció a la revolucion emancipadora ingresando al ejército libertador con el grado de capitan. Concurrió a las campañas del sur y se encontró en diversos combates, habiendo sido hecho prisionero por los realistas en el asalto de Talcahuano. Liberal probado, fué partidario del jeneral Freire y con él cayó envuelto en la derrota de Lircai. Separado del ejército y confiscados sus bienes de fortuna, su familia perdió su patrimonio por las nobles convicciones de su digno jefe. En esta situacion nació a la vida en su hogar empobrecido por la lealtad a las ideas de patriotismo, el jóven Eulojio Robles y Pinochet. Siguiendo el noble ejemplo de su ilustre padre, se enroló en el ejército, en 1845, cuando solo contaba 13 años de edad, en calidad de soldado distinguido, afiliándose en el antiguo batallon Portales. En aquella época, el puesto de soldado distinguido equivalia al de oficial de nuestros tiempos, pues la carrera militar, que ha sido siempre honrosa, ha tenido grandes dificultades para ascender al que se ha consagrado a ella. Ha sido menester muchas y brillantes acciones de guerra para conquistar un grado. Era, entonces, mas fácil ganarse un nombre de bravo y de hábil, que alcanzar un asceuso. Los soldados distinguidos del antiguo ejército formaban una clase especial, los cuales estaban exentos de muchas de las obligaciones que pesaban sobre el soldado raso, sin escluir, por cierto, los deberes de la disciplina y las severas penas de la ordenanza, que es una lei de igualdad inflexible para todos los miembros del ejército. Usaba uniforme de oficial, pero sin llevar galones. Su principal servicio de cuartel fué el de oficial de pluma de la mayoria. Siendo mui jóven todavía, se encontró en la encarunizada y sangrienta batalla de Loncomilla, el 8 de Diciembre de 1851. En 1859 se batió por el órden constitucional en la batalla de Los Loros, en la Serena, en las filas del batallon 3.° de línea. Habiendo caido prisionero de los revolucionarios del norte, fué conducido a la Serena y allí se le propuso el mando de un cuerpo, propuesta que rechazó con la mayor hidalguía para la causa que él defendia como soldado respetuoso de las leyes. Libertado despues de la batalla de Cerro Grande, se le ascendió al grado de capitan de ejército. Despues del 59 hizo la campaña de la Araucanía. Partiendo de Santa Bárbara, hacia las selvas de ultra Bio Bio, asistió al encuentro de Pile a fines de aquel año. En Enero de 1860 se internó en las montañas de esa rejion con el intendente de la provincia de Concepcion don Vicente Villalon. En Febrero se encontró en el asalto de la plaza de Negrete, a las órdenes del teniente coronel don Luis Felipe Campillo. A principios de 1861 emprendió la campaña del Malleco y espedicionó a diversas zonas del territorio austral hasta 1866. En 1865 hizo la campaña de Chiloé con motivo de la guerra con España, permaneciendo de guarnicion en Ancud. En 1867 se le destinó al batallon Yumbel, con el grado de sarjento mayor de ejército y en 1868, al batallon Linares. Se encontraba en esta guarnicion militar, cuando sobrevino la guerra contra el Perú y Bolivia en 1879. Organizó en la ciudad de Linares un cuerpo militar de voluntarios que sirvió de base para la formacion del rejimiento Valdivia. Ascendido al grado de teniente coronel de guardias nacionales, se le nombró segundo jefe Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/94 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/95 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/96 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/97 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/98 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/99 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/100 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/101 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/102 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/103 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/104 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/105 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/106 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/107 Página:Diccionario biográfico de Chile - III (1901).djvu/108 Página:Diccionario biográfico de Chile - 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