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Diccionario crítico-burlesco: 02

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Prevenciones tan precisas, como en ellas se contiene.

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1.ª El vocabulario ú lista alfabética de las voces de que se hace crisis en este Diccionario burlesco, es idéntico al del manual, salvo tal cual artículo que hemos añadido, y algunos mas que, se han omitido por menos necesarios. Aquellos van señalados con un asterisco al principio: los que le llevan al fin son de mano agena (y no lega). -- En algunos vocablos que, por desliz sin duda, tenian la definicion trocada en el susodicho Diccionario manual, se ha deshecho el trocatinte casandola con el nombre que la corresponde, y haciendo en su lugar el debido reclamo.

2.ª Aunque en la página 106 de esta obra intercalamos la noticia de que el presunto putativo padre del Diccionario razonado (amen de los cirineos) es «el procesado autor del Apendice» de márras; habiéndose ya hecho notorio que este es el señor Freire, cuyo carácter público de diputado en Cortes me merece la mas alta veneracion, y escrupulizando de que algun lector se arroje ipso-facto a colgarle la legítima paternidad de aquel engendro, se previene que esto no es de oficio: y por tanto, cuanto se dice despues á la letra y sobre cierto chamuscon dado á cierto sujeto por un cierto tribunal que hace dias está en preitu, todo es hipotético. Otrosí: que ni eso ni nada de cuanto digo y cuanto callo pueda parar el menor perjuicio la buena opinion que se merezca el digno autor de las Napoleacas, cuya vida guarde Dios los muchos años que la patria necesita, y yo le pido en mis cortas oraciones.

3.ª Como la propiedad del estilo pide que se atienda no solo á la persona que habla (Davusne loquatur an heros, que dixo el profano), sino mas aun á la persona con quien se habla, pues

De un modo se ha de hablar al Preste-Juan
Y de otro al monaguillo y sacristan;

yo he procurado no perder nunca de vista los sugetos á quienes enderezo la plática. Es preciso hablar a. cada uno en su lengua; y porque gastar fililíes y primores de estilo con ciertas gentes, vendria lo mismo que á la burra las arracadas, alguna muy rara vez he bajado de mi ordinario tenor, allanandome á su modo de frasear con sus mismas palabras y propios idiotismos. Todo este sacrificio he tenido que hacer en obsequio de la claridad y del mayor aprovechamiento: agradézcanmelo mis discretos lectores, y perdónenmelo (si pueden) los de oido melindroso: hablamos para que nos entiendan; al tonto es menester hablarle en tonto, al sordo ú teniente palabras recias, y.... al buen entendedor pocas palabras.

4.ª ¡Que de erratas se me han escurrido en esta impresion! Corrijalas el lector curioso, que son fáciles, aunque algunas muy feas; y sobre todas una de trabacuenta que tengo clavada en el alma: V. la pág. 143.

5.ª Tras estas prevenciones tan precisas para que se entienda esta obra, viene otra todavia mas importante para que se entienda el espíritu con que la escribió su autor. Sepan cuantos la presente vieren, leyeren ú oyeren, que jamas ha sido mi ánimo (¡ni Dios lo permita!) zaherir al estado eclesiástico en general, ni a al menor de sus individuos que con sus virtudes y ejemplar doctrina son la edificacion de las almas fuertes, aliento de las débiles, y apoyo de la justa libertad. Yo tiro solamente á los malos de las varias gerarquias de la Iglesia, que en la triste Sion cautiva vuelven a Dios y al rey las espaldas para atacar y seguir á Napoleon; y en la desolada Espada libre mueven enconosa guerra a los buenos patriotas, prevaricando la ley divina y humana hasta el estremo de querer convertir el Congreso de las Españas en un Divan de Turquia, y la Biblia de Moises en el Alcoran de Mahoma.

--Entendamonos; y DIOS SOBRE TODO.