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Discurso: 11 de agosto de 2001

De Wikisource, la biblioteca libre.


<Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos días.

Esta semana tomé una decisión sobre un tema complejo y difícil: el rol federal en la investigación con células madres.

En base a trabajos preliminares, los científicos consideran que estas células - que podrán tener la capacidad de remplazar tejido humano enfermo o defectuoso - ofrecen una gran promesa. Podrían ayudar a mejorar las vidas de quienes sufren de muchas enfermedades terribles, desde la diabetes juvenil hasta la enfermedad de Alzheimer, desde el mal de Parkinson hasta lesiones de la espina dorsal.

Aunque las células madres derivan de una variedad de fuentes, la mayoría de los científicos - por lo menos hoy en día - consideran que la investigación con células madres de embriones humanos ofrece la mayor promesa, ya que estas células tienen el potencial de convertirse en todos los tejidos del cuerpo.

Esta investigación brinda grandes esperanzas para tratamientos y posibles curas, pero tambien plantea cuestiones profundamente éticas, ya que al extraer la célula madre se destruye el embrión – y por ende se destruye su potencial de vida. Hay quienes concuerdan que este pequeño grupo de células aun no es una vida humana, porque no se puede desarrollar por si mismo. Pero recientemente un especialista en ética argumentó que de esta misma manera usted y yo comenzamos nuestras vidas. Uno se va con el corazón angustiado si las usamos, dijo, porque se trata de las semillas de la siguiente generación.

En su fondo, este asunto nos obliga a confrontar preguntas fundamentales sobre los orígenes de la vida y los objetivos de la ciencia. Se encuentra en una difícil encrucijada moral, contraponiendo la necesidad de proteger la vida en todas sus fases, con la posibilidad de salvar y mejorar la vida en todas sus etapas.

A medida que el genio de la ciencia amplía los horizontes de lo que podemos hacer, cada vez más enfrentamos preguntas complejos sobre lo que debemos hacer.

En las últimas semanas hemos aprendido que los científicos han creado embriones humanos en probetas de laboratorio con el único propósito de experimentar con ellos. Esto es profundamente preocupante, y representa una señal de alarma que debería instarnos a todos a reflejar sobre estos temas con muchísimo cuidado.

Sentimos repugnancia ante la idea de cultivar a seres humanos como piezas de repuesto para el cuerpo, o de crear la vida para nuestra conveniencia. Yo estoy sumamente opuesto a la clonacion.

Y aunque debemos dedicar enormes energías a vencer las enfermedades, es igualmente importante que prestemos atención a las inquietudes morales levantadas por la nueva frontera que representa la investigación científica con células madres extraídas de embriones humanos. Hasta los fines más nobles no justifican ciertos medios.

La investigación con células madres extraídas de embriones ofrece grandes promesas así como grandes peligros. Por lo tanto, he decidido proceder con mucho cautela. Como resultado de investigaciones privadas, más de 60 líneas de células madres genéticamente variadas ya existen.

Fueron creadas de embriones que ya han sido destruidos – y tienen la capacidad de renegarse indefinidamente, creando así oportunidades continuas de investigación.

He concluido que debemos permitir el uso de fondos federales para investigación sobre estas líneas de células madres existentes – donde la decisión sobre la vida y la muerte ya ha sido tomada.

Científicos destacados me informan que la investigación con estas 60 líneas tiene gran promesa que podría conducir a terapias y curas que representarían grandes avances.

Esto nos permite explorar la promesa y el potencial de la investigación con células madres – sin atravesar una línea fundamentalmente MORAL, al ofrecer financiamiento de nuestros contribuyentes que sancionaría o fomentaría mayor destrucción de embriones humanos que por lo menos tienen un potencial de vida.

También considero que puede lograrse un gran progreso científico a través de financiamiento federal agresivo de investigaciones con cordones umbilicales, placentas, y células madres de adultos y de animales, que no implican el mismo dilema moral.

Este año el gobierno aportará $250 millones a esta importante área de investigación.

A medida que sigamos adelante, espero que siempre nos dejaremos guiar tanto por nuestro intelecto como por nuestro corazón, tanto por nuestras habilidades como por nuestra conciencia.

He tomado esta decisión con gran cuidado, y ruego que haya sido la correcta.

Gracias por escuchar.


Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público.