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Discurso: 11 de marzo de 2006

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Buenos Días. Este mes se marcará el tercer aniversario del inicio de la Operación Libertad de Irak, que liberó a Irak de la tiranía de Saddam Hussein. A medida que se acerca este hito, estaré dando una serie de discursos para actualizar al pueblo estadounidense sobre nuestra estrategia para lograr la victoria en Irak. Hablaré sobre el progreso que hemos estado logrando. las lecciones que hemos aprendido de nuestras experiencias. y cómo estamos arreglando lo que no ha funcionado. El lunes daré el primero de estos discursos, enfocando el elemento de seguridad de nuestra estrategia: la tarea de derrotar a los terroristas y de entrenar a las fuerzas de seguridad de Irak a fin de que puedan tomar el liderazgo en la lucha y defender a su propia democracia.

Las Fuerzas de Seguridad de Irak han tenido grandes logros durante el último año - y se han desempeñado bien después del bombardeo de la Mezquita de Oro de Samarra. Esta mezquita es uno de los sitios más sagrados de Shia Islam, y después de ser bombardeado, bandas de milicias armadas comenzaron a cobrar su venganza - con ataques de represalia contra mezquitas Sunní y violencia al azar que cobró las vidas de cientos de iraquíes inocentes. Inmediatamente después del ataque, los líderes de Irak se juntaron y actuaron para reestablecer el orden y poner fin a la violencia. Destacaron Fuerzas de Seguridad Iraquíes a Bagdad y otros locales amenazados por la violencia. Estas fuerzas se movilizaron rápida y eficazmente para proteger sitios religiosos, hacer respetar un toque de queda, y reestablecer el orden civil donde necesario. Los felicitamos por su buena labor.

La situación en Irak sigue tensa. Tomamos muy en serio informes de secuestros y ejecuciones. El gobierno iraquí ha dejado constar que tales ataques violentos no se pueden tolerar - y la gran mayoría de los iraquíes han mostrado que desean un futuro de libertad y de paz. Con su respuesta durante las últimas dos semanas, y su participación en tres elecciones exitosas el año pasado, el pueblo iraquí ha dejado muy en claro que no permitirá que una minoría violenta les arrebate ese futuro desgarrando al país. Y las Fuerzas de Seguridad Iraquíes han mostrado que son capaces de sobreponerse a divisiones sectarias para proteger la unidad de un Irak libre.

El desempeño efectivo de las Fuerzas de Seguridad Iraquíes durante esta crisis mostró que nuestros esfuerzos para fortalecer y entrenar a esas fuerzas están dando resultado. En los meses venideros, ayudaremos a preparar a más batallones iraquíes a tomar el liderazgo en la batalla y fuerzas iraquíes asumirán la responsabilidad sobre más territorio. Nuestra meta es que los iraquíes controlen más territorio que las fuerzas de Coalición antes de finales de este año. Y a medida que los iraquíes asumen responsabilidad sobre más territorio, esto libera a las fuerzas estadounidenses y de Coalición para que se concentren en perseguir a objetivos de gran valor como el terrorista Zarqawi y sus asociados.

Al llevar la lucha a los terroristas, ellos se dan cuenta que no nos pueden derrotar directamente en combate. Por lo cual se han reducido a ataques brutales contra iraquíes inocentes y fuerzas estadounidenses, usando dispositivos explosivos improvisados, o IED. Los IED son bombas caseras que pueden esconderse en automóviles o a lo lado del camino y ser detonadas remotamente, usando dispositivos cotidianos como abridores de puertas de garaje y teléfonos inalámbricos. Estas armas son ahora la principal amenaza a nuestras tropas y al futuro de un Irak libre. Para vencer esta amenaza, mi administración ha establecido un nuevo comando de alto nivel en el Departamento de Defensa, encabezado por el General de cuatro estrellas retirado Montgomery Miggs. Este fin de semana, el General Miggs me está informando en la Casa Blanca sobre nuestro plan para vencer la amenaza de IED. Estamos aprovechando hasta el último recurso disponible, la ingeniosidad de nuestros mejores científicos e ingenieros, y la determinación de nuestras fuerzas armadas para vencer esta amenaza - y no vamos a descansar hasta eliminar este peligro a nuestras tropas.

En los días venideros, habrá mucha reflexión sobre la eliminación de Saddam Hussein del poder y sobre el resto de nuestra misión en Irak. Los últimos tres años han sido una prueba de nuestra determinación. La lucha ha sido dura. El enemigo que enfrentamos se ha mostrado ser brutal e implacable. Hemos cambiado nuestro enfoque en muchas áreas para reflejar las duras realidades en el terreno. Y el sacrificio que están haciendo nuestros hombres y mujeres jóvenes que visten el uniforme ha sido alentador e inspirador. En medio de las noticias diarias de bombas en automóviles, secuestros y asesinatos brutales, yo puedo comprender porqué muchos de nuestros conciudadanos se preguntan ahora si la misión entera valió la pena. Yo creo firmemente que nuestro país está mejor sin Saddam Hussein en el poder. Bajo Saddam Hussein, Irak era un enemigo de Estados Unidos que disparaba contra nuestros aviones. tenía un historial de perseguir y usar armas de destrucción masiva. amenazaba e invadía a sus vecinos. ordenaba la muerte de miles de sus ciudadanos. y apoyaba el terrorismo.

Después de la liberación del pueblo Iraquí, al-Qaida y sus afiliados han convertido a Irak en el frente central de la guerra contra el terror. Ayudando al pueblo iraquí a construir un gobierno libre y representativo, negaremos a los terroristas un refugio donde puedan planear ataques contra Estados Unidos. La seguridad de nuestro país está directamente ligada a la libertad del pueblo iraquí. Esto exigirá más días difíciles de lucha y sacrificio. Sin embargo, confío que nuestra estrategia llevará a la victoria, y que entonces nuestras tropas podrán regresar con el honor que habrán merecido.

Gracias por escuchar.


Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público.