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Discurso: 15 de septiembre de 2007

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Buenos Días. Esta semana el General David Petraeus y el Embajador Ryan Crocker testificaron ante el Congreso sobre el progreso de la estrategia estadounidense en Irak - incluyendo el aumento de tropas. Estuvieron de acuerdo en que nuestra Coalición enfrenta retos formidables. Sin embargo, también dijeron que las condiciones de seguridad están mejorando, que nuestras fuerzas están quitándole la iniciativa al enemigo y que el aumento de tropas está funcionando.

Debido a este progreso, el General Petraeus ahora cree que podemos mantener nuestras ganancias en seguridad con menos tropas estadounidenses. Él ha recomendado una reducción en fuerzas de 5,700 tropas en Irak para Navidad. Y espera que para Julio podamos reducir el nivel de nuestras tropas en Irak aún más - de 20 brigadas de combate a 15. También ha recomendado que en Diciembre comencemos una transición a la próxima fase de nuestra estrategia en Irak - en la cual con el tiempo nuestras tropas pasarán de ser líderes de operaciones, a ser aliados de las fuerzas iraquíes y eventualmente a supervisar esas fuerzas.

He aceptado las recomendaciones del General Petraeus. Y he ordenado que él y el Embajador Crocker presenten otro informe al Congreso en Marzo. En ese entonces, ofrecerán una evaluación fresca de la situación en Irak, y del nivel de tropas que necesitaremos para cumplir con nuestros objetivos de seguridad nacional.

El principio que guía mis decisiones sobre los niveles de tropas es el "retorno tras éxito" - mientras más éxito tengamos, más tropas podrán regresar a casa. Y en todo lo que hagamos, aseguraré que nuestros comandantes en el terreno tengan las tropas y la flexibilidad que necesiten para derrotar al enemigo.

La provincia de Anbar es un buen ejemplo del progreso que estamos viendo en Irak. El año pasado, un informe de inteligencia concluyó que se había perdido Anbar a al-Qaeda. Pero los jeques locales pidieron nuestra ayuda para repulsar a los terroristas - por lo tanto enviamos 4,000 Infantes de Marina adicionales a Anbar como parte del aumento de tropas. Juntos, los jeques locales, las fuerzas iraquíes, y las tropas de Coalición expulsaron a los terroristas de la capital, Ramadi, y de otros centros poblados. Hoy en día, los ciudadanos que en una época temían ser decapitados por hablar con nuestras tropas, ahora se presentan para decirnos dónde se esconden los terroristas. Y jóvenes Suníis que alguna vez formaban parte de los insurgentes ahora se alistan en el ejército y la policía.

El éxito en Anbar comienza a replicarse en otras partes de Irak. En Diyala, una provincia que una vez era un refugio para extremistas ahora es el sitio de un levantamiento popular contra los extremistas. En Bagdad han disminuido las matanzas sectarias, y la vida comienza a regresar a la normalidad en muchas partes de la ciudad. Grupos de extremistas shíia y militantes apoyados por Irán están siendo dispersados - y muchos de sus líderes capturados o muertos. Estas ganancias son un tributo a nuestras fuerzas militares, a las fuerzas iraquíes y a un gobierno iraquí que ha decidido enfrentarse a los extremistas.

El éxito de un Irak libre es crítico para la seguridad de los Estados Unidos. Si llegáramos a ser expulsados de Irak, los extremistas de toda estirpe se sentirían envalentonados. Al-Qaeda podría encontrar nuevos reclutas y nuevos refugios. Y un Irak fallido podría aumentar la probabilidad de que nuestras fuerzas algún día tengan que volver - y enfrentar a extremistas aún más arraigados y aún más mortales. Al contrario, un Irak libre le negará a al-Qaeda un refugio. Contrarrestará las ambiciones destructivas de Irán. Y servirá de aliado en la guerra contra el terrorismo.

En esta lucha, tenemos aliados valientes que están haciendo grandes sacrificios para derrotar a los terroristas. Uno de estos iraquíes fue un hombre llamado Sheik Abdul Sattar, uno de los líderes tribales que conoc durante mi reciente visita a Irak, que nos estaba ayudando a echar a al- Qaeda de la provincia de Anbar. Su padre fue asesinado por al-Qaeda en 2004. Y cuando nos conocimos el, Sheik Sattar me dijo, y cito. "Hemos sufrido mucho por el terrorismo. Apoyamos firmemente la democracia que usted ha recomendado". A principios de esta semana, este jeque tribal valiente fue asesinado. Un líder sunii compañero declaró: "Estamos decididos a retribuir y seguir con nuestra labor". Lamentamos la pérdida de iraquíes valientes como Sheik Sattar - y nos unimos con aquellos que continúan la lucha.

Si la joven democracia de Irak puede repulsar a sus enemigos, significará un Medio Oriente de mayor esperanza - y un Estados Unidos más seguro. Por lo tanto ayudaremos al pueblo Iraquí a derrotar a aquellos que amenazan su futuro - y también amenazan el nuestro.

Gracias por escuchar.


Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público.