Discurso: 16 de julio de 2005
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Buenos días, conforme a la Constitución, tengo la responsabilidad de nombrar un sucesor a la jueza de la Corte Suprema de Justicia Sandra Day O'Connor. La semana pasada me reuní con líderes demócratas y republicanos del Senado de los Estados Unidos, y solicité sus puntos de vista sobre el proceso y sus ideas sobre las cualidades que se deben buscar en los candidatos. Además, mi equipo ha hablado con más de 60 miembros del Senado de Estados Unidos. Se está otorgando a los miembros del Senado plena oportunidad de ofrecer sus opiniones y recomendaciones, y agradezco sus consejos.
Me guiarán principios claros cuando tome la decisión. Mi candidato será una persona justa que represente la corriente principal de la jurisprudencia y los valores de los Estados Unidos. El candidato satisfacerá las más altas normas de intelecto, carácter y capacidad, y prometerá interpretar fielmente la Constitución y las leyes de nuestro país. Nuestra nación merece un juez de la Corte Suprema digno del orgullo de todos los estadounidenses, y yo seleccionaré a tal persona.
Los ciudadanos de los Estados Unidos también esperan que el proceso de confirmación por el Senado ponga de lado el partidismo. Cuando me reuní con líderes del Senado, hablamos sobre nuestro objetivo mutuo de garantizar que el proceso de confirmación sea digno. La persona que designe merece un trato imparcial, una audiencia imparcial y un voto imparcial. Nombraré a alguien a tiempo para que el candidato pueda ser confirmado antes de que se inicie el nuevo periodo de la Corte en octubre.
Las experiencias de los dos jueces designados por el Presidente Clinton ofrecen ejemplos valiosos de tratamiento imparcial y un calendario razonable para acción por parte del Senado. En 1993, el Senado votó y confirmó a la Juez Ruth Bader Ginsburg a la Corte Suprema 42 días después de que el Presidente Clinton sometió su candidatura. Y a pesar de las diferencias filosóficas significativas entre muchos Senadores y la Juez Ginsburg, ella recibió 96 votos a favor de su confirmación. El año siguiente, el Juez Stephen Breyer fue confirmado 73 días después de haber sido sometida su candidatura, con 87 votos a su favor. Nuevamente, muchos senadores republicanos votaron a favor de la confirmación del juez Breyer a pesar de diferencias filosóficas significativas. Estos ejemplos muestran que la consideración exhaustiva de un candidato no requiere un retraso de meses.
A la vez que continuamos el proceso de llenar la vacante en la Corte Suprema, también avanzamos con otras prioridades importantes de los ciudadanos de los Estados Unidos. La semana pasada recibimos buenas noticias adicionales sobre la economía. Se prevé que el déficit del 2005 sea 94,000 millones menos al que se esperaba previamente. Le dije al Congreso y al país que recortaríamos el déficit por la mitad para el 2009. Las cifras de esta semana muestran que estamos adelantados siempre que el Congreso obre sensatamente con el dinero de los contribuyentes.
A esta buena noticia sobre el presupuesto la acompañan otras noticias que muestran que nuestra economía es fuerte y cobra aun más fuerza. Nuestra economía esta creciendo más rápido que la de cualquier otro país industrializado. La tasa de desempleo ha bajado a 5 por ciento, la cual es inferior a la tasa promedio de los años setenta, ochenta y noventa. Hemos creado más de dos millones de empleos en los últimos 12 meses. Más estadounidenses trabajan hoy en día que nunca antes en la historia de la nación, y la propiedad de vivienda en los Estados Unidos ha alcanzado un récord.
Para hacer que la economía se siga desarrollando y generar empleo, el Congreso debe continuar trabajando en las próximas semanas en un plan económico que favorezca el crecimiento.
En primer lugar, por el bien de nuestra seguridad económica y nuestra seguridad nacional, el Congreso debe concluir su labor con respecto a un buen proyecto de ley de energía que reduzca nuestra dependencia de fuentes energéticas extranjeras.
En segundo lugar, la Cámara de Representantes debe seguir los pasos del Senado con la aprobación de Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y la República Dominicana. Al reducir las barreras arancelarias a nuestras exportaciones, este acuerdo creará condiciones equitativas para los bienes, servicios y cosechas de los Estados Unidos, y ayudará a generar empleo para los trabajadores estadounidenses.
En tercer lugar, el Congreso debe remitirme un proyecto de ley fiscalmente responsable que modernice carreteras y puentes, refuerce la seguridad y cree nuevas oportunidades laborales.
Finalmente, el Congreso debe tomar acción sobre la reforma del Seguro Social. Para aquéllos de ustedes que nacieron antes de 1950, el Seguro Social no cambiará. Pero el sistema ha hecho promesas que no puede pagar a los trabajadores más jóvenes, y el costo de solucionar los problemas del sistema aumenta cada año que esperamos. Por lo tanto, es necesario que el Congreso actúe ahora para mejorar el Seguro Social a favor de nuestros hijos y nietos.
El pueblo de los Estados Unidos espera que miembros de ambos partidos ofrezcan un plan positivo y obtengan resultados a favor del país. Al trabajar juntos durante las próximas semanas, estoy seguro de que lograremos resultados positivos para todos los estadounidenses.
Gracias por escuchar.
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