Discurso: 16 de marzo de 2002
<Discursos del Presidente George W. Bush
Buenos días.
En una semana, los niños y las niñas de Afganistán comenzarán un nuevo año escolar. Para muchas de las niñas, esta será la primera vez en sus jóvenes vidas que pisarán un salón de clase. Bajo el régimen Talibán, educar a las mujeres era un acto criminal. Bajo el nuevo gobierno de un Afganistán liberado, educar a todos los niños será una prioridad nacional. Y los Estados Unidos, junto con la coalición de sus asociados, está ayudando activamente en este esfuerzo.
Cuando los niños Afganos comiencen sus clases, encontrarán que los Estados Unidos ya ha enviado a su país más de cuatro millones de libros escolares. Los libros están escritos en los idiomas afganos de Pashtu y Dari - y antes de terminar el año habremos enviado cerca de diez millones de libros a los niños de Afganistán. Estos libros escolares enseñarán tolerancia y respeto para la dignidad humana, en lugar de adoctrinar a los alumnos con fanatismo e intolerancia. Y serán acompañados por pizarrones, equipo para los maestros y otros enseres escolares.
Los niños de Estados Unidos han sido extremamente generosos en ayudar a los niños de Afganistán. A través del Fondo Americano para Niños Afganos han recaudado más de cuatro millones y medio de dólares, gran parte de lo cual se usa para utensilios escolares como libretas y lápices, papel y crayones, pelotas de futbol y cuerdas para saltar. Los Estados Unidos también financiará veinte equipos de profesores de maestría para llevar a cabo sesiones de adiestramiento con miles de educadores afganos.
Al ayudar al pueblo afgano a reconstruir su país hemos puesto un enfoque central en la educación - y con buena razón. La educación es el camino hacia el progreso -- especialmente para la mujer. Las mujeres educadas tienden a ser más saludables que aquellas con poca educación -- y lo mismo sucede con sus familias. Los niños que nacen a mujeres educadas tienen más probabilidad de ser inmunizados, mejor nutridos, y de sobrevivir su primer año de vida. Las mujeres educadas dan aliciente a sus niños para ser educados también. Y las naciones donde las mujeres son educadas son más competitivas, más prósperas, y más avanzadas que países donde se prohíbe o se ignora la educación de la mujer.
Todavía nos queda mucho por hacer en Afganistán. Los valientes hombres y mujeres de las fuerzas armadas estadounidenses continúan luchando contra las fuerzas del al-Qaida que están tratando de reagruparse, y desean nada más que volver a atacar nuevamente a los Estados Unidos. Y al tiempo que luchamos contra el terror, la compasión americana ofrece una alternativa a la amargura, el resentimiento y el odio. Los Estados Unidos ha ayudado a Afganistán a evitar una hambruna masiva. Estamos reparando sus caminos y puentes. Estamos recon-struyendo sus clínicas y sus escuelas. Y dentro de una semana, con sus libros escolares en las manos, las niñas de Afganistán comenzarán la escuela. Este será un momento notable en la historia de Afganistán - y un momento orgulloso para el pueblo de Estados Unidos.
Gracias por escuchar.
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