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Discurso: 22 de marzo de 2003

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<Discursos del Presidente George W. Bush


Buenos días.

Fuerzas estadounidenses y de coalición han comenzado una campaña concertada contra el régimen de Saddam Hussein. En esta guerra nuestra coalición es amplia - más de 40 países de todo el mundo. Nuestra causa es justa - la seguridad de las naciones que servimos y la paz del mundo. Y nuestra misión es clara - desarmar a Irak de armas de destrucción masiva, para terminar con el apoyo de Saddam Hussein al terrorismo, y para liberar al pueblo Iraquí.

El futuro de la paz, y las esperanzas del pueblo iraquí ahora dependen de nuestras fuerzas que están luchando en el Medio Oriente. Ellas se están comportando de acuerdo con las más altas tradiciones de las fuerzas armadas estadounidenses. Están llevando a cabo su tarea con habilidad y valentía, y con los mejores aliados a su lado. En cada etapa de este conflicto, el mundo verá tanto el poder de nuestras fuerzas armadas, como el espíritu honorable y decente de los hombres y mujeres que en ellas sirven.

En este conflicto, las fuerzas estadounidenses y de coalición se enfrentan a enemigos que no respetan las convenciones de guerra o las reglas de moralidad. Oficiales iraquíes han colocado a tropas y equipos en áreas de civiles, queriendo usar a hombres, mujeres y niños inocentes como defensas para el ejército del dictador. Yo quiero que los estadounidenses, así como todo el mundo, sepan que las fuerzas de coalición harán todo lo posible por salvar del mal a civiles inocentes.

Una campaña sobre terreno áspero, en un país enorme, podría durar más tiempo y ser más difícil de lo que algunos han pronosticado. Y ayudar a los iraquíes a lograr un país unido, estable y libre, exigirá de nosotros un compromiso sostenido. Pero sea lo que sea que se nos exija, llevaremos a cabo todos los deberes que hemos aceptado.

Este fin de semana, en todo Estados Unidos, las familias de nuestras fuerzas armadas están rezando que nuestros hombres y mujeres pronto regresen sanos y salvos. Millones de estadounidenses están rezando con ellas por el bienestar de sus seres queridos, y la protección de todos los inocentes. Nuestra nación entera aprecia los sacrificios hechos por familias militares. Y muchos ciudadanos que viven cerca de familias militares están mostrando su apoyo en formas prácticas - tales como ayudar con el cuidado de niños o con reparaciones caseras. Todas las familias con seres queridos que están sirviendo en la guerra pueden saber esto: nuestras fuerzas regresarán a casa en seguida que termine su labor.

Nuestra nación ingresó a este conflicto con renuencia, pero con un propósito claro y firme. El pueblo de Estados Unidos, y nuestros amigos y aliados, no vivirán a la merced de un régimen despiadado que amenaza la paz con armas de homicidio masivo. Ahora que ha llegado el conflicto, la única forma de limitar su duración es aplicando fuerza decisiva. Esta no será una campaña de medias medidas. En esta lucha por la seguridad de nuestra nación y la paz del mundo, no aceptaremos otro desenlace más que la victoria.

Gracias por escuchar.



Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público.