Discurso: 28 de septiembre de 2002
<Discursos del Presidente George W. Bush
Buenos días.
Este Jueves me reuní con Miembros del Congreso Demócratas y Republicanos para discutir la amenaza que representa el régimen Iraquí. La seguridad de nuestro país es el compromiso de ambos partidos políticos, y la responsabilidad tanto del Presidente como del Congreso. Estamos unidos en nuestra determinación de confrontar esta amenaza urgente a los Estados Unidos.
Estamos avanzando hacia una fuerte resolución que autorice el uso de la fuerza, de ser necesario, para defender nuestros intereses nacionales de seguridad contra la amenaza que representa Saddam Hussein. Y al pasar esta resolución estaremos enviando un mensaje claro a la comunidad mundial y al régimen de Iraq: las exigencias del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas deben ser respetadas. El dictador Iraquí debe ser desarmado. Estos requisitos serán cumplidos, o se harán cumplir.
El peligro a nuestro país es grave, y está creciendo. El régimen Iraquí posee armas biológicas y químicas... está reconstruyendo las instalaciones para producir más... y, según el gobierno Británico, podría lanzar un ataque biológico o químico en apenas cuarenta y cinco minutos después de darse la orden. El régimen tiene lazos antiguos y continuos con grupos terroristas - y hay terroristas al-Qaida dentro de Iraq. El régimen está buscando una bomba nuclear - y, con material fisionable, podría producir una dentro de un año. Iraq ya usó armas de destrucción masiva contra otro país, y contra sus propios ciudadanos. El régimen Iraquí practica la violación de mujeres como método de intimidación, as como la tortura de quienes no están de acuerdo y de sus hijos. Y por más de una década, ese régimen ha respondido a las resoluciones del Consejo de Seguridad con desafío, mala fe, y decepción.
Sabemos que el régimen de Iraq está encabezado por un hombre peligroso y brutal. Sabemos que él está activamente buscando tecnologías destructivas a la altura de su odio. Y sabemos que hay que detenerlo.
Los peligros que enfrentamos sólo empeorarán de mes en mes, y de año en año. Ignorar estas amenazas sería alentarlas. Y si se llegan a materializar plenamente, quizás sea demasiado tarde para protegernos a nosotros y a nuestros aliados. Para entonces, el dictador Iraquí tendría los medios para aterrorizar y dominar la región. Y cada día que pasa podría ser el día en que el régimen Iraquí de a un grupo terrorista ántrax, o gas neurotóxico VX, o, algún día, una arma nuclear.
Nos negamos a vivir en este futuro de temor. Estamos decididos a construir un futuro de seguridad y paz, para nosotros y para el mundo. Los miembros del Congreso de ambos partidos políticos con quienes me reuní esta semana están comprometidos al liderazgo Estadounidense para el bien de todas las naciones. La resolución que estamos produciendo será un instrumento de ese liderazgo. Agradezco el espíritu con el cual los Miembros del Congreso están considerando este tema vital. Estamos logrando progreso, nos estamos acercando a un acuerdo, y pronto hablaremos con una voz.
Gracias por escuchar.
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