Discurso: 31 de mayo de 2008
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Buenos días.
La próxima semana el Congreso regresará a Washington después del receso por el Día de los Caídos. Espero que los miembros del Congreso hayan descansado, porque tienen muchos asuntos importantes pendientes y tiempo limitado para encargarse de ellos.
El Congreso debe aprobar una medida que financie la guerra de manera responsable, y que dé prioridad a las necesidades de nuestros soldados, sin recargarla con gastos internos ajenos a éstas. Nuestros soldados en Afganistán se están desempeñando con valentía y honor, asestando golpes al Talibán y Al Qaida. Nuestras tropas en Iraq han expulsado a Al Qaida y otros extremistas de los refugios que antes tenían en todo el país y están echándolos de los últimos baluartes que les quedan. Nuestros hombres y mujeres de uniforme arriesgan la vida todos los días y merecen los recursos y la flexibilidad necesarios para cumplir con su misión.
El Congreso debe respaldar a las familias de nuestros militares al aprobar una expansión de la Ley para la Reinserción de Veteranos (GI Bill) que facilite que nuestros soldados transfieran a sus cónyuges o hijos los beneficios educativos que no usen. Es crucial que esta ley también apoye a nuestras fuerzas armadas, compuestas exclusivamente por voluntarios, y que nos ayude a reclutar y retener a la mejor Fuerza Armada del mundo.
El Congreso debe asegurarse de que nuestros profesionales de los servicios de inteligencia tengan herramientas para vigilar las comunicaciones entre terroristas de manera rápida y eficaz. El año pasado, el Congreso aprobó una ley temporal que proporcionaba esas herramientas. Desafortunadamente, la ley caducó hace más de tres meses. El Congreso debe aprobar una ley de largo plazo que ayude a los profesionales de nuestros servicios de inteligencia a enterarse de los planes del enemigo antes de que ataque, y que ponga fin a los juicios abusivos interpuestos en contra de compañías que se cree colaboraron con el gobierno después del 11 de septiembre. Además, el Congreso debe actuar prontamente para que podamos mantener el vital flujo de inteligencia.
El Congreso debe aprobar el Tratado de Libre Comercio con Colombia para que podamos abrir un mercado en crecimiento para los bienes, servicios y productos agrícolas de Estados Unidos. Lamentablemente, la Cámara de Representantes está bloqueando la votación sobre este vital acuerdo. Si este tratado no es llevado a votación, caducará. Esto perjudicará a los trabajadores, agricultores y empresarios estadounidenses. Y afectaría los intereses estratégicos de nuestro país en una región vital del mundo.
El Congreso debe confirmar a los hombres y mujeres cabales que han sido nombrados a importantes puestos gubernamentales. En este momento hay 350 nombramientos pendientes ante el Senado. Éstos incluyen a profesionales altamente calificados que he designado para vacantes judiciales federales. Incluyen, además, a profesionales de mucho talento que necesitamos para ayudar a dirigir la economía en tiempos de incertidumbre. Por ejemplo, los tres nombramientos de la Reserva Federal están esperando confirmación desde hace más de un año. Y debido a la inacción del Senado, el Consejo de Asesores Económicos se ha quedado con un solo miembro. Estas demoras en la confirmación de nombramientos dificulta que el gobierno cumpla con sus responsabilidades y, tan pronto como sea posible, el Senado debe votar para confirmar o no todos esos nombramientos.
Uno de los nombramientos que deben ser confirmados inmediatamente es el de Steve Preston. Ha pasado un mes desde que nombré a Steve al cargo de secretario del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano. Lamentablemente, los senadores han suspendido la confirmación por un asunto que nada tiene que ver con Steve o sus calificaciones para el trabajo. Con toda la turbulencia en el mercado de vivienda, éste no es momento de politiquería cuando se trata de un nombramiento tan importante. Así que hago un llamado al Senado para que vote sobre Steve Preston y confirme a este buen hombre sin más demora.
En momentos en que muchos estadounidenses están preocupados por retener sus casas, el Congreso debe aprobar una ley que modernice la Administración Federal de Vivienda, reformar Fannie Mae y Freddie Mac para asegurar que se concentren en su misión de vivienda y permitir que las agencias estatales de vivienda emitan bonos libres de impuestos para refinanciar préstamos sin tasa preferencial. Y en momentos en que los estadounidenses están preocupados por el aumento en el precio de la gasolina, el Congreso debe aprobar una ley para aumentar la producción nacional de energía.
En todos estos ámbitos el Congreso ha fallado. El pueblo estadounidense merece un trato mejor de los líderes que eligió. El Congreso debe demostrarle al pueblo estadounidense que los republicanos y demócratas pueden simultáneamente competir por votos y cooperar para lograr resultados. Ustedes enviaron a sus representantes a Washington para que se ocupen de los asuntos del pueblo, y ustedes tienen el derecho de esperar que lo hagan, incluso en un año electoral. Gracias por escuchar.
Este documento pertenece al Gobierno de los Estados Unidos de América y se encuentra en dominio público. |